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San Antón, el olvidado barrio de casas bajas del siglo XVII

Los vecinos denuncian la desidia de los sucesivos equipos de gobierno, que «están dejando morir la zona». Suciedad, okupas y solares abandonados, entre las quejas

Una de las calles del barrio, con pintadas en las paredes y un solar lleno de desechos. Alex Domínguez

Suciedad en las calles, okupas en viviendas, solares abandonados... esto es San Antón en la actualidad, un barrio que nació en el siglo XVII, con casas bajas y calles con nombres que hablan de su historia, pero que sufre un imparable proceso de degradación.

La Asociación de Vecinos de San Antón denuncia la «desidia» de los sucesivos equipos de gobierno municipales, con políticos que «solo se acercan en época de elecciones» y que convierten al barrio en fiel reflejo de una «carencia de inversiones en infraestructuras en los últimos treinta años».

Los residentes muestran su indignación por que el barrio «está perdiendo su identidad e historia» y lamentan que la mayoría de las familias, entre las cuales hay un gran número de personas de avanzada edad, «carecen de unas necesidades específicas de adecuación y adaptabilidad», tanto del barrio como de sus casas.

Además, denuncian que su convivencia se ve seriamente afectada por los okupas, los solares abandonados, los pisos turísticos ilegales, los prostíbulos, la inseguridad y la suciedad en sus calles.

Entre las quejas destaca también la falta de una dotación policial, a lo que se une que es un barrio con calles estrechas «y los coches patrulla no pasan por sus calles, lo que incrementa la inseguridad y la sensación de impunidad». Como ejemplo, el colectivo vecinal sostiene que hay peleas, algunas con navajas en mano, robos en viviendas y garajes.

La Asociación lamenta que se ha disparado la ocupación ilegal de viviendas, «con negocios ilícitos, enganches y tomas eléctricas ilegales con el peligro de incendio en viviendas y electrocución en vía pública».

De hecho, inciden en que se han reunido en los últimos años con los concejales responsables, «pero no ha servido para solucionar nada», por lo que actúan a nivel colaborativo entre todos los vecinos, avisándose unos otros cuando ven algún movimiento sospechoso al ser un barrio que presume de que la gran mayoría del vecindario se conoce.

Otra de las denuncias tiene que ver con los pisos turísticos ilegales que hay en la zona y «con los que se están construyendo en locales comerciales a los que el ayuntamiento sorprendentemente da la concesión de obra, de manera que se está gentrificando el barrio y perdiendo una zona histórica de la ciudad».

Respecto al Plan Especial San Antón, aprobado hace 32 años, reprochan que está «obsoleto» y se deberían de haber construido dos guarderías, un dispensario, un centro de la tercera edad y un edificio de usos municipales, nada de lo cual se ha hecho. «Nos están dejando morir como barrio y los políticos no hacen nada para evitarlo», recalcan.

Y, al igual que sucede en otras zonas de Alicante, la suciedad afecta no solo a las aceras y las calles, con perros y personas orinando en la calle, contenedores sucios y a rebosar, escombros y enseres de obras ilegales, sino también a los solares, «muchos de los cuales son propiedad del Ayuntamiento y que son foco de infección con la presencia de ratas».

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