La nueva gota fría que se ha formado sobre el Mediterráneo puede comenzar a descargar lluvia con fuerza a partir de las doce horas este mediodía, aunque la Agencia Estatal de Meteorología prevé que el temporal adquiera su máxima intensidad a partir de las 20 horas, y hasta las 12 horas del martes cuando, en principio, comenzará a remitir La DANA puede dejar precipitaciones intensas de hasta 200 litros por metro cuadrado a lo largo de 24 horas, hasta viente a la hora, por lo cual Emergencias ya ha comunicado a los ayuntamientos que tengan preparados todo el operativo de prevención y acción inmediata. Se trata, no obstante, de una situación muy diferente a la de septiembre y evolucionará con rapidez hacia Castellón.

¿Qué hacer en caso de gota fría?

Mañana martes es el día en el que se esperan las mayores precipitaciones. Y, como suele pasar, mucho ruido y pocas nueces a la hora de la prevención. Los barranco siguen sin limpiar como como ocurren el de Juncaret, cuyas crecidas desembocan en la playa de la Albufereta de Alicante.

No obstante, las previsiones no son tan alarmantes como en el episodio del mes pasado. "Es una situación de evolución muy rápida y eso favorece que no se acumulen grandes cantidades de luvia en la provincia. Salvo en las comarcas del Alcoia-Comtat y Marina Alta, donde los valores pueden rebasar los 100 litros entre hoy y el miércoles", apunta Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Hablamos por lo tanto, en principio, de una gota fría de pequeñas dimensiones y que se va a mover rápido hacia Cataluña y Baleares. En la provincia de Alicante lloverá esta tarde y noche y en la jornada de mañana martes, pero se espera que a partir del miércoles el tiempo se vaya estabilizando aquí, y lo peor se desplazará hacia Castellón, Cataluña y Baleares como te he comentado.

"De todos modos, es necesario estar atento a los avisos que puedan venir desde Protección Civil y AEMET en las próximas horas, porque seguimos estando en temporada de alto riesgo de lluvias intensas. No obstante, esta gota fría no tiene nada que ver con la de septiembre. Ni en tamaño ni en evolución. Aquella fue más grande, más intensa y de mayor permanencia en el tiempo, lo que favoreció las lluvias torrenciales registradas", subraya Jorge Olcina. .

Máxima preocupación en la Vega Baja donde lloverá sobre mojado, aunque los expertos creen que la gota fría no será tan intensa como la mediados de septiembre. El mar, auténtico catalizador de las tormentas, está mucho más frío que en el último episodio, cuando la temperatura del agua de 27 grados. Hoy, 21 de octubre, no pasa de los 24 grados. La gota fría trae también un derrumbe de las temperaturas con máximas que no superarán los 21 grados.

Los modelos de predicción anuncian aguaceros de fuerte intensidad, pero tanto desde la Agencia Estatal de Meteorología como desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante apelan a la prudencia, ya que la intensidad y virulencia de estas situaciones no se pueden prever con mucha antelación. Una gota fría, por otro lado, inoportuna porque un mes después de el caos y la tragedia de la DANA de septiembre apenas ha podido iniciarse la reconstrucción de todo lo dañado e, incluso, se da por hecho que la normalidad total la comarca de la Vega Baja no volverá hasta dentro de dos años.

Los alcaldes de la Vega Baja siguen con preocupación la llegada de una nueva gota fría para la que la comarca sigue sin estar preparada. Las infraestructuras necesarias para evitar las graves consecuencias que tuvieron las últimas lluvias torrenciales y el aumento del caudal del río Segura, obviamente, no se han hecho aún y tardará mucho tiempo hasta que puedan verse realizadas. De hecho, los ayuntamientos y la Generalitat están buscando ayudas hasta en la Unión Europea para que se puedan acometer.

Todo lo contrario, la comarca se encuentra aún peor que el 11 de septiembre, un día antes de que comenzara el episodio de la DANA porque los daños provocados en carreteras, ramblas o en el cauce del río no están aún reparados en su totalidad y muchas zonas están más expuestas -por falta de muros, paredes o contenciones- a una posible avenida de agua. Es el caso de la rambla de Abanilla donde su inundación fue la que provocó los mayores destrozos en Benferri y Orihuela, y que desemboca en el barrio del Escorratel donde hay viviendas, negocios, un polígono industrial y hasta una campa con vehículos.

Las motas del río Segura no han sido reforzadas todavía y, unido a los daños y grietas que sufrieron por la crecida, son vulnerables a que puedan producirse roturas si el volumen del caudal subiera tanto como aquellos días. Los expertos señalan que en el último episodio se comprobó que por encima de un determinado volumen, que estiman en unos 300 metros cúbicos por segundo en Orihuela, el cauce no lo soporta y se producen inundaciones como las sufridas hace poco más de un mes.

En Almoradí, donde el río se rompió por dos puntos muy cercanos entre sí al ceder el muro de contención, tan solo se han tapado los dos enormes boquetes con arena, una solución temporal que no serviría de mucho en el caso de que volviera la crecida del río. La tierra ha ido absorbiendo el agua estancada de las inundaciones, aunque aún quedan zonas donde se pueden ver grandes charcos que recuerdan el desastre que se inició hace solo cinco semanas.

El barro es el protagonista aún de muchas de las calles de las localidades más afectadas, como Orihuela o Benferri donde hay cientos de viviendas aún vacías y con importantes daños que no han sido reparadas. Las pérdidas en la agricultura son cuantiosas, estimadas en unos 1.200 millones de euros, porque no solo las lluvias torrenciales y las riadas han acabado con la práctica totalidad de las cosechas de invierno, también muchos árboles frutales van muriendo al pudrirse sus raíces por los días que estuvieron sumergidos y por la presencia de metales pesados en los terrenos arrastrados por el agua. Vallados, balsas y maquinaria han quedado destruidos y lo que está dañado no podría soportar otras inundaciones. Además, la DANA se llevó por delante decenas de camiones y vehículos municipales en las inundaciones y durante los rescates que se produjeron, por lo que muchos ayuntamientos no disponen de los medios que tenían hace poco más de un mes.

Consejos

En la ciudad

Si la tromba de agua nos sorprende en la ciudad, Protección Civil aconseja localizar los puntos más altos de la zona donde nos encontremos, ya que puede ser necesario dirigirse a ellos en caso de posible inundación.

Si es posible, intentar sintonizar las emisoras de radio locales, que seguramente informarán de las predicciones meteorológicas para la zona en la que nos encontramos. Mantenerse permanentemente informado a través de la radio y de otros medios de comunicación, de las predicciones meteorológicas y el estado de la situación.

En un edificio o vivienda

Protección Civil aconseja retirar del exterior de la vivienda, aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua.

Revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, el de las bajadas de agua de edificios y de los desagües próximos.

Colocar los documentos importantes y, sobre todo, los productos peligrosos, en aquellos lugares de la casa en los que el riesgo de que se deterioren por la humedad o se derramen, sea menor. Si llegara a inundarse la vivienda, es fundamental abandonar cuanto antes los sótanos y plantas bajas y desconectar la energía eléctrica utilizando, preferentemente, linternas para el alumbrado.

En el campo

Si nos econtramos en el campo, Protección Civil advierte de que hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando, a su vez, atravesar vados inundados. Evitar permanecer en lo alto de las colinas y no refugiarse debajo de árboles, sobre todo, si están solitarios.

Alejarse de alambradas, verjas y otros objetos metálicos.

Conduciendo

En caso de que el aguacero nos sorprenda conduciendo en la carretera, Protección Civil aconseja no atraviesar con nuestro vehículo los tramos que estén inundados. La fuerza del agua puede arrastrarnos al hacer flotar el vehículo.

En el caso de que la tromba de agua nos haya sorprendido y empiece a arrastrar el coche, es importante salir como sea del vehículo.

Si hay que viajar, procurar circular, preferentemente, por carreteras principales y autopistas.

Para salir del vehículo, mejor hacerlo en primer lugar por la puerta en el caso de que la altura del agua nos permita hacerlo. Es importante recordar, que debe hacerse por las puertas que se encuentran en el lado contrario de la dirección de la corriente. Si no es posible, la otra opción es salir por la ventanilla del vehículo. Si no podemos abrirla, mejor romperla con algún tipo de objeto de grandes dimensiones.

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