Dos años acumula el Patronato municipal de Turismo de Alicante sin director-gerente. Más de veinte meses sin el responsable, según recogen los estatutos del organismo autónomo del Ayuntamiento, de ejecutar los acuerdos de la Junta Rectora, de formular las propuestas, de dirigir los servicios y la jefatura del personal, de preparar los programas anuales de actuación, de colaborar con el responsable político en la confección del presupuesto anual, de inspeccionar los servicios de la entidad... Más de 700 días. Un periodo con tres concejalas diferentes al frente del Patronato: la socialista Eva Montesinos (durante el gobierno del tripartito y en la etapa del PSOE en solitario), la popular Mari Carmen de España (en el último año del pasado mandato, desde la dimisión del alcalde Gabriel Echávarri y hasta la cita con las urnas de las elecciones municipales del 26-M) y la actual responsable, Mari Carmen Sánchez (de Ciudadanos). Ninguna de ellas ha sido capaz, hasta la fecha, de desbloquear una situación que se inició con la marcha voluntaria de Agustín Grau.
Tras dos décadas en el puesto (con una pausa de tres años en los que ejerció como director general de Turismo de la Generalitat Valenciana), su salida al Gabinete de Comunicación de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) produjo una vacante que dos años después sigue sin cubrirse, vacía, con las derivadas que esa anomalía ocasiona en el principal motor económico de la capital turística alicantina.
En este periodo, en estos dos últimos años, se iniciaron dos procesos públicos para la selección de un sustituto. Ninguno de ellos llegó a buen puerto. Ambos naufragaron por los currículums de los aspirantes, sobre todo por falta de trayectoria profesional. El primero arrancó tres meses después de la marcha de Grau, con los socialistas en solitario al frente del gobierno municipal. Tres personas se presentaron al puesto (con un sueldo por ley de 56.000 euros y un contrato para dos años, prorrogable dos más), pero ninguna acabó por cumplir con los requisitos exigidos. En febrero de 2018 se confirmó el fracaso de ese proceso inicial. Un mes después, se abrió un segundo concurso público. Eso sí, con las mismas bases. La entonces concejala, la socialista Montesinos, alegó que la ley impedía flexibilizar los criterios más restrictivos. El resultado, como era lo esperado, fue el mismo: se presentaron cinco candidatos, pero ninguno fue capaz de cumplir con lo exigido. Ahí ya gobernaba el PP, también sin socios.
Y desde esa fecha, mayo de 2018, sin novedad real en el frente. Solo palabras, sin ningún hecho para paliar la ausencia de un gerente al frente del Patronato.
Compromisos sin cumplir
En ese verano, la entonces concejala de Turismo, la popular Mari Carmen de España (ahora responsable de Empleo y Fomento, de la oficina de inversiones y de la Plaza de Toros), aseguró que los técnicos del organismo iban a trabajar con Intervención, área municipal dirigida por Francisco Guardiola, para intentar modificar las exigencias con el objetivo de facilitar la búsqueda de un candidato válido para el puesto de gerente. «Nos comprometemos a que haya gerente antes de que acabe el mandato», dijo la concejala del PP, quien cinco meses después, a principios de este año, aseguró que convocaría un nuevo concurso (iba a ser el tercero y todo apuntaba a que con las mismas bases que en los dos anteriores) cuando se aprobasen los Presupuestos municipales de 2019, lo que no se produjo de manera definitiva hasta mediados de abril, apenas una semanas antes de la cita con las urnas del 26-M. Nada se supo, claro, de ese nuevo intento de conseguir un gerente.
Así, el pasado mayo, el mandato finalizó en el Ayuntamiento sin que De España cumpliese su compromiso: el Patronato seguía sin responsable. Hoy, con una nueva edil al frente (Mari Carmen Sánchez, de Cs), aunque con el mismo alcalde, Luis Barcala, todo continúa igual. Al menos, en cuanto a hechos. La concejala asegura que en breve (calcula que a finales de este mes o principios del próximo) se convocará un nuevo proceso selectivo (será el tercero en casi dos años), aunque con cambios en las bases. Falta por conocer la letra pequeña... Y, en consecuencia, el resultado. Por ahora, el despacho del gerente de Turismo permanece vacío: la sombra de Grau es muy alargada.
