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La doble cara de Ciudadanos

Ya no exigen el informe de gestión de la limpieza del que hicieron bandera desde la oposición y defienden dar vía libre a la vaquilla de El Moralet

Mari Carmen Sánchez, de Cs, ayer.

Durante cuatro años, el tiempo que permanecieron en la oposición durante el pasado mandato, Ciudadanos se convirtió en el azote del gobierno de turno por la limpieza (primero, de la izquierda; al final, del PP de Barcala), con una dura oposición por la gestión de un servicio que cuesta unos 36 millones al año al Ayuntamiento. Durante ese periodo, la formación naranja reclamó por activa y por pasiva la realización de un informe de gestión de la limpieza, para controlar la ejecución del polémico pliego de condiciones. Un «examen» externo que se llegó a impulsar (aunque finalmente se paralizó) con la llegada del PP a la Alcaldía en abril de 2018. Y es que la limpieza, tal vez, fue el asunto «estrella» de la agenda diaria de Cs en su etapa en la oposición, con el concejal Antonio Manresa (hoy responsable de Cultura) al frente de los trabajos de crítica a los tres gobiernos que pasaron por el Ayuntamiento (el tripartito, el ejecutivo en solitario del PSOE y el posterior del PP). A ninguno le dieron tregua.

Sin embargo, tras el reciente paso al equipo de gobierno, a raíz del acuerdo con el popular Barcala después de las elecciones municipales, el discurso de Ciudadanos se ha mimetizado con el del PP. Ya no existen críticas, por ejemplo, por la decisión de los populares de no externalizar una «auditoría» del servicio, al margen del «análisis» contable que se realizará bajo la supervisión de Intervención y que está incluido en el actual contrato. Desde Compromís, Natxo Bellido, por su parte, exigió ayer al alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, que concrete los términos del pacto por la limpieza que pretende impulsar para sacar el asunto de marras del debate partidista.

En ese cambio de discurso de Cs también encuentra su hueco la vaquilla de El Moralet. Y todo porque hace menos de un año, la formación naranja se abstuvo en un Pleno en un punto que apostaba por desmantelar el recinto para la vaquilla, que salió adelante con la oposición del PP. Ayer, después de la aprobación definitiva a nivel municipal necesaria para la suelta de reses (con la cesión de un terreno de titularidad municipal), la vicealcaldesa y portavoz de Cs, Mari Carmen Sánchez, intentó echar balones fuera al ser preguntada por el acuerdo plenario obviado por su gobierno, apuntando a que el permiso definitivo corresponde a la Generalitat o que los festejos no se celebrarán si existen condiciones meteorológica adversas, al hallarse el terreno en una rambla.

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