«Puntúa del 5 al 0 sobre la continuidad del médico jefe: ¿accesibilidad y empatía?, ¿comunicación y escucha activa?, ¿liderazgo y habilidades sociales?, ¿trato correcto hacia el personal?, ¿relación con los sindicatos?». Son algunas de las preguntas que la Junta de Personal del Hospital General de Alicante distribuye a modo de encuesta entre todo el personal, con el propósito de que las respuestas formen parte de la puntuación global con vistas a la renovación de los cargos de los médicos jefes.
El informe de cada Junta de Personal forma parte de la evaluación que se lleva a cabo por decreto de Sanidad para renovar los cargos, y el Sindicato Médico de la Comunidad (CESM) se opone a esta forma de evaluación porque considera que roza la legalidad.
Opinan que es «preocupante» el cariz de algunas de las preguntas, porque «se debe buscar la idoneidad profesional, más que la simpatía del médico al frente de una jefatura», explican delegados del sindicato.
«Una encuesta generalizada a todo el personal sobre las habilidades sociales del jefe no resulta muy profesional para elegir al mejor, que es de lo que se trata. Desde CESM no defendemos a los jefes a ultranza, y si tratan mal lo vamos a denunciar como corresponde, pero el sistema de elección que permite preguntas tan ambiguas resulta peligroso», alertan.
Los delegados sostienen que en otros hospitales de la Comunidad no se ha girado este tipo de encuesta, y que el Sindicato Médico es el único entre los integrantes de la Junta de Personal del Hospital General de Alicante que se ha opuesto abiertamente a este proceso que permite Sanidad.
«Nuestro rechazo no debe entenderse como un forma de corporativismo mal entendido, porque solo los más aptos deben acceder y permanecer en estos cargos, pero dejar en manos de los trabajadores que juzguen la sociabilidad del jefe, con una encuesta anónima, puede resultar tremendamente negativo sin un baremo adecuado», señalan desde el colectivo médico.
Este tipo de encuesta anónima sobre la forma de ser de los médicos jefes forma a su vez parte de la mitad de la puntuación total para cada cargo entre los que renuevan al cabo de cuatro años al frente del servicio. La puntuación se completa con una entrevista personal a los propios implicados.
No asistir a dicha entrevista sin una justificación suficientemente motivada también acarrea cero puntos, y entre las preguntas al médico que quiera renovar cargo figuran su opinión sobre la actividad sindical en defensa de las condiciones laborales de los trabajadores, o el valor que dan a las relaciones interpersonales y a las habilidades sociales, y sobre si se considera que la motivación es una herramienta fundamental para alcanzar los objetivos.
El decreto de Sanidad que regula estos procesos de renovación data de 2017 pero es ahora cuando toca evaluar a gran parte de los jefes nombrados hace cuatro años. «Deben dar cuenta del cumplimiento de su proyecto y justificar su renovación, pero la encuesta anónima acordada por la Junta del General y que puntuará el 50% plantea serias dudas sobre la elección del mejor profesional para un servicio que es médico», advierten desde el sindicato.
Incómodos
El colectivo médico ha hecho llegar al sindicato su incomodidad ante preguntas que cuestionan su modo de ser más que de proceder.
«No es plato de justo que se te juzgue desde un punto de vista tan personal y por el conjunto de los trabajadores, porque igual que un médico no es adecuado para valorar el trabajo en sí que lleva a cabo un celador, por ejemplo, tampoco creemos que estos trabajadores deban juzgar a un médico por su mayor o menor simpatía. Se trata de algo demasiado subjetivo y ambiguo como para formar parte de un proceso de tanto calado», concluyen desde el CESM, que tiene la intención de recurrir el proceso.
