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El Puerto retira de los fondos tres toneladas de material contaminante

Sacan de las dársenas próximas a los paseos baterías, pintura, carritos de supermercado, bicicletas y hasta una máquina de coser

En primer plano, una de las bicicletas retiradas del fondo del Puerto junto a todo tipo de basura.

Buceadores contratados por el Puerto han extraído del fondo marino más próximo a los muelles utilizados por los ciudadanos un total de tres mil kilos de basura que se habían ido acumulando por el vertido de todo tipo de objetos por parte de los ciudadanos. Entre las curiosidades 300 botellas, 16 carros de supermercado, bicicletas, once monopatines y, lo que es peor, material muy contaminante como neumáticos, baterías de automóvil y botes de pintura. La Autoridad Portuaria ha iniciado una investigación para buscar a los autores que pueden enfrentarse a penas por delitos contra el medio ambiente que acarrean penas de prisión de hasta cinco años.

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La falta de concienciación de los ciudadanos ha provocado en los últimos años que la lámina de agua del Puerto de Alicante se convierta, puntualmente, en un estercolero y obliga a multiplicar las labores de mantenimiento. El último episodio y más grave se producía el pasado mes de febrero, durante la noche del Carnaval, en la que un macrobotellón acabó por convertir el Puerto en un basurero en el que las brigadas de limpieza llegaron a recoger del agua y de los paseos seis toneladas de basura. Botellas de alcohol, bolsas de plástico, latas y cristales rotos ocuparon el Paseo del Puerto Viejo y la plaza de Francisco Tomás y Valiente. Mayor cantidad de basura pero menos contaminante que la recogida en la limpieza extraordinaria llevada a cabo este mes de abril, en la que se recogieron botes de pintura y baterías de coche cuyos componentes son muy contaminantes. Además, las condiciones del propio puerto no favorecen la renovación de las aguas, por lo que cualquier vertido produce un gran impacto.

Contaminación

Por otro lado, sigue tramitándose la construcción de la nave cerrada para el movimiento de graneles y la reducción, así, de la contaminación que produce la emisión de partículas a la atmósfera. Tras la última actualización del proyecto, la nave será automatizada lo que obliga a elevar su altura hasta los 25,8 metros por los 17,2 metros del proyecto inicial. En febrero, Eiffage Infraestructuras presentó el proyecto de ejecución de las obras para la construcción y explotación de una terminal de graneles sólidos en el muelle 17. La nave tendrá una ocupación en planta de casi 14.000 m2 con una longitud de 300 metros, 46,65 metros de anchura y una altura, en su punto más elevado, de 25,8 metros.

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