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El Obispado alquila una parte de la Concatedral de San Nicolás para un hotel de lujo

La diócesis arrienda durante tres décadas la antigua escolanía para acoger un establecimiento hostelero con treinta habitaciones - Transformar el inmueble, que tiene la fachada protegida, costará tres millones de euros

El Obispado alquila una parte de la Concatedral de San Nicolás para un hotel de lujo

La antigua escolanía que forma parte del conjunto arquitectónico de la Concatedral de San Nicolás de Alicante se convertirá en un hotel de lujo con 30 habitaciones. El inmueble, anexo al Claustro, se construyó en los años 60 como colegio pero se cerró, quedándose sin uso, hace dos décadas. Su nuevo destino requerirá una inversión de tres millones de euros para remodelar las antiguas aulas, puesto que la fachada está protegida y no se puede tocar.

Los cuatro empresarios alicantinos que abanderan el proyecto, los hermanos Luis y Juan Carlos Castillo y dos socios que residen en el Casco Antiguo de Alicante, ya han firmado con el Obispado el contrato de arrendamiento para los próximos 30 años que permitirá el uso hotelero. Los hermanos Castillo ya impulsaron en 2017 el hotel Boutique Siglo XVII, de cuatro estrellas, en la calle Miguel Soler, muy cerca de la escolanía, a la que se accede por la calle San Nicolás.

El edificio de la escolanía tiene cuatro plantas y las habitaciones del futuro hotel de cinco estrellas estarán en la segunda y en la tercera. La planta baja acogerá servicios de estética, spa y barbería, mientras que la terraza, que era donde los escolares jugaban en los recreos, se destinará a eventos y ceremonias. Se conservará, rehabilitándolo, el antiguo salón de actos del colegio, enfocándolo a empresas. Enfrente hay una habitación que se transformará en suite para ponentes que acudan a dar conferencias.

Licencia de obras

El grupo empresarial solicitará de forma inminente la licencia de obras al Ayuntamiento de Alicante. Si los permisos se conceden con agilidad, las obras empezarán de inmediato y se prolongarán durante un año. Los promotores tienen la intención de inaugurar en 2020.

El acuerdo de arrendamiento permite a la Iglesia conservar dos estancias en la escolanía para guardar enseres. Todos los elementos de carácter religioso que se encuentran en el interior del inmueble serán retirados por los propietarios. Sin embargo, los promotores se quedarán con algunos muebles para el hotel, entre ellos uno del siglo XVI, y también con lámparas y sillas antiguas.

El grupo empresarial va a remodelar las estancias por completo con un refuerzo de los muros tipo búnker para aislar el hospedaje de los ruidos al estar la Concatedral situada en un entorno, el Casco Antiguo, con mucho ruido. Tanto de noche, fruto de la actividad de ocio, como de día por la carga y descarga. La escalera antigua se conservará y su hueco permite la instalación de ascensores que estéticamente estarán en consonancia con el diseño histórico del edificio original.

Los empresarios apuestan por buscar socios inversores para sacar adelante el proyecto del hotel Boutique la Concatedral, un edificio independiente dentro del conjunto arquitectónico del templo de San Nicolás.

También podrían recurrir a la financiación para un establecimiento que pretenden sea emblemático en Alicante, que cambie el entorno y que atraiga por sí solo turismo de calidad a la ciudad.

El deán del Cabildo de San Nicolás, Ramón Egío, confirmo ayer la operación. El sacerdote explicó que «el edificio está, entre comillas, abandonado y se usaba como trastero». Ha tenido problemas de goteras y dado que el Obispado no puede ni quiere venderlo, han decidido alquilarlo para hospedaje.

Egío recordó que la escolanía se construyó como colegio en los años 60 para los niños vecinos del entorno cuando él mismo era delegado de Enseñanza del Obispado. Sin embargo, hace unos veinte años se quedó sin uso. «De forma conjunta con la Conselleria de Educación nos vimos obligados a cerrarlo porque no se cubrían las ratios». A ello se sumó que cuando hubo que adaptar el colegio a las nuevas necesidades se encontraron con numerosos problemas, entre ellos que el espacio de recreo está en altura, algo que ahora no se permite. En la terraza, que ofrece vistas panorámicas al Castillo y al claustro de la Concatedral, era donde jugaban los niños y el centro no tenía pistas deportivas.

El edificio tenía aulas, comedor y cocina pero, tras veinte años sin uso, la Iglesia considera que estaba llamado a quedar destrozado. Egío destaca que el futuro hospedaje tiene que ver con el uso exclusivo que se quiere dar a la zona y recordó que ya con el Plan Racha se pensó en hacer un museo «pero vino la crisis y la idea se fue al garete». El sacerdote habló de hotel con encanto aunque destacó que han puesto condiciones como que no se toque la parte histórica ni la fachada.

Egío incidió en que la escolanía tiene una entrada independiente a la Concatedral. «Nos ha convencido mucho porque con el hotel Boutique y varios establecimientos hosteleros emblemáticos se está rehabilitando el entorno de San Nicolás. Puede ser una cosa buena porque la zona queda en manos de hospedajes de altura, que es lo que necesita Alicante».

Desde el Ayuntamiento de Alicante, fuentes del equipo de gobierno señalaron que todo lo que sea recuperar un inmueble abandonado y restaurarlo para dotarle de actividad es positivo siempre que su uso sea acorde con un edificio protegido.

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