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En plena campaña

El PP desempolva la ordenanza del ruido en plena campaña para contentar a los vecinos

El equipo de gobierno aborda la normativa, que multiplica hasta por ocho las sanciones, sin garantías de aprobación

Los locales de ocio y las terrazas tendrán que presentar un estudio acústico.

La ordenanza del ruido de Alicante, con sanciones de hasta 12.000 euros al multiplicarse por ocho las cantidades con que se penaliza su infracción, está sobre la mesa en la recta final del mandato al desempolvar el grupo de gobierno del PP en el Ayuntamiento la modificación de una normativa que tiene 27 años. Lo hace a dos meses de las elecciones, entre las críticas de la oposición por tardar un año en abordar este cambio largamente demandado por los vecinos del Centro Tradicional y el Casco Antiguo.

No cuenta el PP, que gobierna con una minoría de ocho concejales, con la garantía de aprobación definitiva de este documento en lo que queda de aquí hasta las elecciones. La edil de Urbanismo, Mari Carmen de España, dijo que se tiene que convocar previamente la Mesa del Ruido, y «si podemos se incluirá en el pleno de este mes». Lo único seguro es que el proyecto recibió ayer el visto bueno de la Junta de Gobierno.

Prisas

De España presumió del trabajo realizado arremetiendo contra las acusaciones de la oposición de que no estaban trabajando desde Urbanismo en pro de esta ordenanza, concluyendo que «los hechos dicen más que la crítica». «Desde el minuto uno los técnicos y esta concejala se pusieron a trabajar en la ordenanza del ruido. Es difícil sacar en unos meses lo que debe permanecer en el tiempo», sentenció.

Según De España se han admitido 27 propuestas vecinales, con novedades como la ampliación de las infracciones y el importe de las sanciones. Las graves pasan de 600 euros a 12.000 euros, multiplicándose por ocho con respecto a la anterior ordenanza, y las leves serán de 600 euros.

De acuerdo al proyecto, los nuevos locales de ocio tendrán que incorporar un estudio acústico, y los que ya existen también cuando renueven la licencia. Se exigirá asimismo para las terrazas. A petición vecinal y de la Policía Local se reducen de 30 a 25 los decibelios para el sonido que llega del exterior hasta los dormitorios de las viviendas.

Las fiestas populares tendrán como máximo 90 decibelios en sus manifestaciones y los espectáculos pirotécnicos no sobrepasarán los 7 minutos. También se sancionarán las charangas de despedidas de soltero no autorizadas.

El PSOE criticó que el PP ha tardado un año en dar un nuevo paso con un borrador que tenían encima de la mesa. Guanyar quiere estudiar el texto para ver si será un instrumento eficaz contra la contaminación acústica. Ciudadanos considera que el PP quiere hacer campaña a costa del trabajo municipal abandonado y afirman que no pueden presumir ahora de algo que deberían tener listo hace tiempo. Compromís acusó al PP de gestión opaca y de despreciar el trabajo de los demás grupos ya que no conocen el borrador ni las propuestas que se han incorporado entre las presentadas en el periodo de consultas.

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