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Gisbert: «El Puerto claro que contamina, pero no más que el tráfico o el polvo sahariano»

El presidente de la Autoridad Portuaria prevé que el proyecto de la terminal cerrada se apruebe en abril y se pueda pedir licencia a Ayuntamiento e Industria

Movimiento de graneles en el Puerto de Alicante. Álex Domínguez

«El Puerto claro que contamina, pero no más que el tráfico de los coches y los camiones o el polvo sahariano. Los medidores están ahí, ha habido puntas de contaminación cuando se mueven los graneles, pero también cuando la operativa está parada». Juan Antonio Gisbert, presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante rompió ayer su habitual silencio para exculpar al movimiento de granel en los muelles como único responsable de los episodios de contaminación que se producen puntualmente en el frente litoral de la ciudad de Alicante, y anunciar que en abril se dará el primer paso para erradicarla. Los técnicos del Puerto ultiman el documento para aprobar la construcción de la nave adjudicada la Grupo Eifagge el próximo abril. A partir de ahí, la pelota pasará al Ayuntamiento de Alicante y a la Conselleria de Industria, que tendrán que dar los permisos definitivos.

Gisbert subrayó, por otro lado, que «entiendo las críticas de algunos vecinos, que se muestran alarmados por la contaminación, pero les aseguro que en las mediciones del último año, que son independientes al Puerto porque las controlan medidores instalados por la Generalitat, nunca se han dado niveles de contaminación que superen lo establecido por la Ley -50 microgramos de partículas de media al día-». Por otro lado, Gisbert aseveró que el estudio que realizó la Universidad de Alicante, dirigido por la química Adoración Carratalá, demostró que cuando se produce la contaminación no es solo por los graneles».

El presidente del Puerto recordó, en este sentido, que los muelles estuvieron parados hace un par de semanas durante cinco días por los episodios de contaminación que se produjeron en toda España «pero la operativa se suspende muy a menudo porque cumplimos el protocolo. Otro tema es la contaminación por otras fuentes que estamos convencidos de que existe. Quizá los vecinos debieran centrarse también en exigir un cambio en la ley». Gisbert se mostró, no obstante, convencido de que con la nueva nave del muelle 17 «el problema de las partículas por los graneles desaparecerá».

Un barco cargando granel en el Puerto de Alicante en una inmagen del pasado febrero.Álex Domínguez

El presidente eludió pronunciarse sobre los plazos. «La Generalitat se tendrá que pronunciar en el aspecto medioambiental sobre la emisión de partículas, pese a que en este caso no habrá contaminación». La licencia de obra y construcción en el muelle serán responsabilidad del Ayuntamiento. En este sentido, la edil de Urbanismo, Mari Carmen de España, avanzó que se actuará con la mayor agilidad posible. «El plazo de ejecución de la obra es de un año pero no se agotara», informó, por su parte, Juan Antonio Gisbert que admitió que los plazos de la Administración son mucho más largos y complejos de lo que sería deseable.

El movimiento de graneles en el Puerto de Alicante representa el 50% del tráfico portuario y su desaparición pondría en un brete miles de puestos de trabajo y el futuro de los propios muelles. De ahí que la construcción de la nave cerrada sea clave.

Los depósitos de combustible llevaban 5 años en Urbanismo

En cuanto a la polémica abierta en la ciudad ante la posibilidad de que la dársena industrial del Puerto, frente a Babel y San Gabriel, pueda acoger una macroplanta para el almacenamiento de combustible, Juan Antonio Gisbert trató de echar balones. «Nosotros estamos tramitando el cambio sustancial en la concesión que tiene la empresa TMS. Un acto reglado al que no nos podíamos oponer. Hemos recibido mil alegaciones, muchas se repiten pero hay complejas que tienen que estudiar los técnicos. Si se da el visto bueno, el proyecto que ha presentado la empresa a TMS deberá ser autorizado por el Ayuntamiento y Consell». Gisbert aseguró, en este sentido, que el convenio para prohibir el movimiento de combustible en el Puerto caducó el día en el que CLH se fue Els Reiets. Un proyecto, según recordó, que llegó al Puerto en 2018 tras tramitarse en el Ayuntamiento desde 2014. «Estuvo años en el Ayuntamiento y ahí lo presentado cuando los técnicos municipales les preguntaron si tenían suelo».

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