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145 usuarios de un centro de discapacitados severos llevan año y medio sin fisioterapeuta

Los padres y familiares critican que el estado de salud de los residentes se deteriora día a día por la falta de rehabilitación

Usuarios del centro Santa Faz, ubicado en el Cabo de las Huertas. isabel ramón

Año y medio llevan sin fisioterapeuta los internos del centro Santa Faz de Alicante, una residencia con centro de día ubicada en el Cabo de las Huertas que atiende a 145 personas con discapacidad severa y que depende de la Conselleria de Igualdad.

En septiembre de 2017 terminó su contrato el profesional que ofrecía rehabilitación a estas personas y desde entonces su plaza no ha sido ocupada por nadie, «pese a que desde la dirección del centro nos han dicho en varias ocasiones que esta vacante se iba a cubrir», lamenta N. D., hermana de uno de los internos de esta residencia. Los usuarios son personas con graves discapacidades, para quienes «es esencial contar con un servicio de rehabilitación». De hecho, N. D. denuncia que el estado físico de su hermano se deteriora día tras día. «Él está interno en el centro toda la semana y los fines de semana lo sacamos y lo llevamos a pasear, pero no es suficiente, tiene una hemiplejia y cada vez está más deteriorado».

Faltan trabajadores

Esta no es la única queja en relación al funcionamiento del centro. La asociación de padres afirma que en la actualidad faltan hasta 10 trabajadores de diferentes categorías. «La plantilla es muy mayor y cada vez está más agotada con la gran sobrecarga de trabajo, por lo que se suceden las bajas y la conselleria no las cubre, lo que tiene su reflejo en la falta de atención a los internos», lamenta Julián Castells, presidente de la asociación de padres del centro.

En una queja al Síndic de Greuges, los familiares también denuncian que hay hacinamiento en la residencia. «De los cinco módulos de planta baja y alta que posee el centro, un módulo permanece cerrado, por lo que los 90 usuarios conviven en tres módulos y medio con el fin de ser controlados ante la carencia de personal». Esto conlleva además dificultades en la movilidad de los internos cuando es necesario el uso de grúas y otros aparatos, «lo que genera en el personal desgaste físico, cansancio y desánimo, siendo el usuario el pagano de todo ello», lamentan los familiares.

En la queja al Síndic, los padres también critican que falta un jefe de cocina y cocinero para atender los desayunos y cenas de los 90 residentes y las comidas de los 145 usuarios más los trabajadores. También falta por cubrir dos vacantes de enfermeros que se jubilaron en 2014, según critica la asociación en su escrito al Síndic.

En una respuesta al Síndic de Greuges del pasado 4 de febrero, la Conselleria de Igualdad solo reconoce que hay una vacante por cubrir de subalterno, algo que ha indignado a los padres, «ya que no es cierto. Cada vez hay más bajas por agotamiento y desgaste y no se están cubriendo», se queja Castells.

En el mismo escrito, el departamento de Mónica Oltra asegura que ha propuesto un incremento de plantilla para este centro en 41 profesionales de diferentes categorías. Este aumento de plantilla estaba incluido en los presupuestos de 2018, «pero finalmente no se ha materializado y la plantilla se ha quedado como estaba».

Desde la Conselleria de Igualdad señalaron ayer, a preguntas de este diario, que la Conselleria de Hacienda «se ha retrasado mucho en la autorización de crédito necesario para la ampliación de las plazas contempladas en los presupuestos». Desde el departamento de Mónica Oltra sostienen que la autorización para la creación de las plazas de este centro «se ha producido esta semana» y que «a partir de ahora se procederá a la cobertura de los mismos por parte de Función Pública».

El centro de mayor capacidad de la Comunidad

El centro Santa Faz es el de mayor tamaño de los tres públicos que hay en la Comunidad Valenciana para la atención a personas con discapacidad severa física e intelectual. Actualmente se atiende a 145 usuarios tanto en el centro de día como en la residencia. Los padres afirman que las condiciones en este centro comenzaron a deteriorarse en el año 2014, coincidiendo con los recortes y que las plantillas de trabajadores aún no se han recuperado.

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