Llevaban años esperando a que, primero los trenes y después los tranvías, dejaran de circular por la primera línea de costa, por lo que no quieren esperar a que la prometida vía verde se convierta en una realidad.
Decenas de personas ya han comenzado a hacer uso del camino que quedó libre de la circulación de tranvías cuando se inauguró, el pasado mes de diciembre, el túnel de la Serra Grossa. A diario, pero en especial los fines de semana, los cerca de dos kilómetros de ruta son utilizados por un buen número de personas que pasean o practican deportes al aire libre. Familias con niños, con mascotas o vecinos de la zona, como Antonio López, para quien este paseo «evita tener que caminar por la parte de la Cantera, por aceras muy estrechas y con los coches pasando a gran velocidad muy pegados a los peatones».
La gente que accede a este camino lo hace por una valla que ha quedado abierta junto al promontorio de acceso al edificio Rocafel, en la zona donde están los miradores de la Sangueta. De esta forma, se da continuidad al paseo litoral que se habilitó hace unos años, cuando se desmanteló parte del trazado ferroviario que discurría por la primera línea de mar y se desplazó a la Sangueta. Hasta ahora, el paseo quedaba interrumpido a la altura del promontorio de la zona de Rocafel y hasta la Albufereta por la circulación de los tranvías. A partir de este punto, las aceras se estrechan y el camino tiene que hacerse junto a los coches y entre los edificios de gran altura de la Albufereta.
Actualmente, Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana está trabajando en este trazado para desmantelar las vías del tren y desmontar las catenarias que daban suministro eléctrico a los convoyes. En este sentido, la mayor afluencia de gente en la zona se da los fines de semana, ya que entre semana hay obreros y alguna máquina pesada trabajando. Buena parte del recorrido ya ha quedado libre de vías y se ha aplanado con arena, pero en otros tramos aún permanecen las traviesas en el suelo rodeadas de piedras de pequeño tamaño, por lo que el camino es más incómodo.
«Paso por aquí corriendo y aunque no es el terreno más adecuado porque aún hay vías, me ahorro la subida por la Cantera, que es muy dura, y las aceras estrechas en las que no podemos pasar dos personas al mismo tiempo», señala Rocío A., usuaria de este improvisado paseo.
La apertura de la vía verde no es tan solo una reivindicación de los vecinos de la Albufereta también de colectivos ciclistas, como la Plataforma por la Movilidad Sostenible y Alicante en Bici, que han recogido 5.000 firmas para exigir la apertura inmediata de esta vía verde. Hace unas semanas, ambos colectivos organizaron una manifestación para reclamar el acondicionamiento de este nuevo trazado.
A mediados de diciembre, el presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig inauguraba el túnel del tranvía por el interior de la Serra Grossa y anunciaba que el espacio que quedaba libre de las vías se convertiría en una vía verde, la primera de la ciudad de Alicante, en el año 2020.
La Generalitat Valenciana anunció la pasada semana que, dentro de esta iniciativa, se va a ejecutar ya un tramo de 300 metros que discurre entre la zona del Cocó, al final de la playa del Postiguet, y el complejo hostelero Isla Marina, que se cerrará al tráfico de coches y será solo para peatones. La inversión ronda los 450.000 euros y el comienzo de las obras es inminente. El objetivo es eliminar la problemática de seguridad vial de vehículos, peatones y ciclistas que sufre este tramo del paseo.
Para ello, se urbanizará este tramo y se le dotará de alumbrado, pavimentación y mobiliario urbano para enlazarlo con la conexión del paseo. Un proyecto se ha aprobado de urgencia a tres meses de las elecciones autonómicas y municipales.
