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Estructura

Neurociencias abre un área para llevar investigaciones a las empresas

La Unidad Científica de Innovación Empresarial trabaja para hacer viables proyectos iniciados en los laboratorios del centro

Imagen de la Unidad Científica de Innovación Empresarial, creada en el seno del Instituto de Neurociencias. pilar cortés

Trasladar los resultados de la investigación a las empresas para que lleguen a materializarse en un beneficio para la sociedad. Este es el objetivo con el que se ha creado en el Instituto de Neurociencias una unidad específica que trabaja para hacer viables proyectos que empiezan en los laboratorios del centro. La denominada Unidad Científica de Innovación Empresarial es un proyecto financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación y es la primera de este tipo que se pone en marcha en la provincia de Alicante.

«Los científicos sabemos generar ideas, pero no cómo llevarlas a la práctica porque no somos empresarios, por lo que este proyecto es muy importante», explica Salvador Martínez, director del Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández y el CSIC.

La unidad ya está trabajando sobre cuatro proyectos concretos que los investigadores piensan que pueden ser útiles para la sociedad. La primera de estas investigaciones va enfocada al campo de la educación. «Estamos trabajando en un proyecto para monitorizar a un grupo de escolares con pulseras de actividad física y ver cómo se comportan e interaccionan entre ellos. De lo que extraigamos puede salir información muy valiosa para que los profesores puedan aplicarla en su día a día en las aulas», explica Diego García, director de la nueva unidad del Instituto de Neurociencias. Un proyecto que puede tener aplicación más allá de la docencia, por ejemplo para que los arquitectos apliquen mejoras en el diseño de centros escolares.

Los cuatro proyectos suponen la colaboración del Instituto de Neurociencias, un instituto tecnológicos y una empresa

El segundo de los proyectos parte del área de Enfermería de Oncología del Hospital de la Vega Baja y también emplea pulseras inteligentes para medir las constantes vitales de los enfermos. El objetivo, señala García, «es que el paciente terminal tenga una buena calidad de vida. Los enfermeros acumulan mucha experiencia y en función de lo que observan van cambiando sus cuidados hacia los pacientes». Se trata ahora, añade el responsable de la nueva unidad, «de que toda esa información, que muchas veces procede de la experiencia y la observación y no se encuentra en la historia clínica, tenga un soporte basado en la evidencia para su aplicación en los hospitales». Un proyecto que, por ejemplo, puede generar una aplicación informática que ayude a los profesionales que trabajan con estos enfermos en la toma de decisiones.

El tercer proyecto pretende sacar mayor provecho a la gran cantidad de datos que en la actualidad aportan las resonancias magnéticas. «Los radiólogos siguen mirando este tipo de pruebas como hace 20 años y se puede sacar mucho más provecho de la información a través de sistemas de análisis masivo de datos», explica Salvador Martínez.

El cuarto de los proyectos va enfocado a desarrollar un método diagnóstico del ojo seco y se basa en las investigaciones que ha estado desarrollando en los últimos años el investigador Carlos Belmonte para el Instituto de Neurociencias.

En estos momentos, el Instituto de Neurociencias está elaborando un prototipo de cada una de estas propuestas en colaboración con distintos institutos tecnológicos de la provincia para ver si son ideas viables antes de hacerlas llegar a una empresa. En el caso del estudio de la resonancia magnética, por ejemplo, se ha contado con la colaboración del Instituto Tecnológico de Informática para el análisis masivo de los datos.

Al margen de llevar estos prototipos a ferias y demostraciones en busca de empresas interesadas en adquirir la patente, el objetivo del Instituto de Neurociencias es que estas cuatro investigaciones opten a las ayudas que anualmente saca a concurso la Agencia Valenciana de la Innovación.

Requisitos

El requisito para obtener la financiación, explica Salvador Martínez, «es que en los proyectos trabajen de manera conjunta un instituto de investigación, otro tecnológico y una empresa valenciana». Para 2019 está previsto que la Agencia Valenciana de la Innovación conceda subvenciones a proyectos por valor de 70 millones de euros. Salvador Martínez se muestra ilusionado con este nuevo impulso que van a cobrar las investigaciones que se llevan a cabo en los laboratorios del centro que dirige. «Esta es una oportunidad para insuflar innovación a la empresa valenciana».

La Agencia Valenciana de la Innovación financia con 250.000 euros la Unidad Científica de Innovación Empresarial del Instituto de Neurociencias. En ella trabajan dos personas encargadas de trasladar el conocimiento que se genera en los laboratorios del instituto a las empresas.

Un centro de excelencia con 300 trabajadores

El Instituto de Neurociencias acoge actualmente a 40 investigadores de plantilla, 6 investigadores contratados, 144 investigadores pre y posdoctorales y más de cien personas para el soporte técnico y administrativo. Todos dedicados al estudio de la estructura, la función y el desarrollo del sistema nervioso en condiciones normales y patológicas. Recientemente, la Agencia Española de Investigación le ha concedido la renovación de la acreditación como Centro de Excelencia Severo Ochoa, que le fue otorgada en 2014. Estas acreditaciones reconocen la excelencia y las contribuciones de los centros de investigación a nivel nacional e internacional, su impacto empresarial y social y su capacidad para atraer talento.

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