Ni el anuncio del Ayuntamiento de Alicante del endurecimiento de las sanciones a quienes abandonen escombros parece asustar a los que tienen esa incívica costumbre. Frente al caserío de la Santa Faz ha surgido en los últimos meses un vertedero incontrolado donde los sacos de obra y otros vertidos no dejan de proliferar, provocando la sorpresa entre quienes lo frecuentan con sus perros, que los llevaban allí a correr al ser un espacio libre de cristales y otros elementos que pudieran dañar a sus mascotas, y que ahora se encuentran con todo lo contrario.
En este espacio rústico suelen darse cita cientos de familias alicantinas que deciden ir allí a almorzar el día de la romería. Un campo tan frecuentado en la época en que se celebra la tradición de la Santa Faz aparece ahora hecho una escombrera, quizá por su proximidad a la N-332, que facilita el acceso a quienes buscan espacios para arrojar restos de obra en lugar de llevarlos a los lugares especialmente habilitados para ellos. Este vertedero ilegal se ha formado en los últimos cuatro meses.
Dos espacios preparados para desescombrar son el Centro de Tratamiento de Residuos (Cetra), que está en Fontcalent, y el ecoparque de la carretera de Elche, en Agua Amarga. Según recordó hace unos meses el concejal de Limpieza, Israel Cortés, se pueden verter allí hasta 500 kilos de escombros de forma gratuita.
Alicante está plagada de escombreras ilegales, que proliferan tras el repunte de la construcción y las reformas en viviendas particulares, sobre todo en los barrios más periféricos de Alicante y en las partidas rurales. El Ayuntamiento está elaborando un mapa de puntos negros donde se han detectado vertidos de obra, y ha activado un operativo de vigilancia policial del desescombro en horas clave en las que se sospecha que se acude a arrojar restos de obra a determinadas zonas del término.
El área que dirige Cortés baraja la utilización de cámaras y drones para controlar estas escombreras, detectadas en puntos como Ciudad de Asís, Juan XXIII, Virgen del Remedio, Virgen del Carmen, Rabasa, el PAU 2, la huerta de Alicante y las partidas. Vecinos de Villafranqueza también denunciaron que en un barranco que termina desembocando en la Albufereta se acumulaban grandes latas de pintura tiradas y reventadas, con todo su contenido esparcido, con el consiguiente impacto que supone para el medio ambiente.
Ante todas estas situaciones, el alcalde anunció hace unos días un endurecimiento de las sanciones y un plan contra las escombreras ilegales que se está terminando de diseñar. Mientras tanto, el Ayuntamiento ha realizado limpiezas de escombros en el camino Fondo Piqueres (Rabasa) y en la zona del Cementerio, de donde se retiraron 180 toneladas de desperdicios.
También se vigila el abandono de enseres a plena luz, lo que tiene sanción de hasta 780 euros. La semana pasada, la Policía Local multó al propietario de una furgoneta de una empresa particular al que pilló depositando enseres a plena luz del día en el contenedor situado en la confluencia de la avenida Vicente Alexandre con Plaza Mediterráneo.
