Operarios del Ayuntamiento de Alicante terminaron ayer de limpiar de escombros la zona del barrio de La Mina en el entorno del Cementerio, de donde se han retirado 18 camiones de escombros, más de 180 toneladas en una semana.

El Ayuntamiento anunció el año pasado la puesta en marcha de un nuevo dispositivo de limpieza en la zona del polígono Llano del Espartal, en el entorno del Cementerio, para recoger todos los escombros y residuos industriales que no dejan de aparecer en la zona. Así lo anunció ayer el edil de Limpieza, Israel Cortés, que se desplazó hasta las calles y explanada más afectadas por la suciedad junto a técnicos municipales y representantes de la empresa UTE Alicante, responsable de la contrata de limpieza.

La acumulación de basura y escombros en el polígono industrial Llano del Espartal y en las calles más próximas al camposanto se está convirtiendo en un problema endémico pues la cochambre no deja de reaparecer en la zona pese a que el Ayuntamiento la ha limpiado dos veces este año. Los puntos incontrolados de vertidos se hacen crónicos y la vigilancia policial que anunció en mayo el gobierno del PP, que también habló de poner multas a los responsables, parece que no está funcionando.

Asimismo, el Ayuntamiento ha arreglado el camino del Fondo de Piqueres a petición de los vecinos de Rabasa.

Rabasa

No es el único problema del entorno. Personas que frecuentan la zona observan desde hace meses cómo los alrededores de las lagunas de Rabasa se llenan de escombros, ruedas de coches y todo tipo de basuras, e incluso han sido testigos de cómo se arrojan vehículos a la laguna grande «con la contaminación que conlleva». Los buceadores del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil sacaron en 2009 del fondo de las lagunas 32 armas y 19 vehículos, de los que 13 eran robados. En 2015 fue hallado en su interior un cadáver en bolsas de viaje. Quienes acuden al entorno a correr y a pasear con sus perros también han observado restos de fuego que atribuyen a la quema de cable de cobre y el presidente de la asociación vecinal ha llamado en tres ocasiones a la Policía Local para denunciar «una nube tóxica» procedente de neumáticos ardiendo.

Los vecinos reclaman que se refuerce la vigilancia policial por las noches para evitar tanto la degradación de las lagunas como que los camiones sigan vertiendo restos en sus alrededores y en el acceso por el camino Fondo Piqueres. «Toda la zona está dejada de la mano de Dios y de los políticos. El camino está intransitable, lleno de porquería, es un auténtico vertedero. Antes cogían dos coches en paralelo de sobra, ahora en muchos tramos pasa solo uno y justito de todo lo que han tirado allí», señalaba hace unos meses un vecino desde hace 30 años de una finca del entorno, en donde hay varias más.