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Un gasto de 200.000 euros en un acuario cerrado en Alicante

El gobierno local liquida las últimas facturas pendientes con una empresa que ha prestado el mantenimiento sin contrato desde enero de 2018

El acuario de la Plaza Nueva permanece cerrado desde el pasado mes de noviembre, cuando se llevaron los últimos peces a València. rafa arjones

La Junta de Gobierno local aprobó ayer el pago de las últimas facturas pendientes del acuario de la Plaza Nueva, que ha estado sin peces más de la mitad de un mandato en el que el Ayuntamiento ha invertido unos 200.000 euros entre las obras ejecutadas durante el tripartito tras morir todos los peces en el verano de 2015 y el mantenimiento de la instalación en los meses que ha estado abierta.

El Ejecutivo de Barcala dio ayer luz verde al pago de casi 16.000 euros, donde se incluye el mantenimiento de la instalación municipal desde el mes de agosto hasta el de noviembre, cuando el Gobierno local cerró el acuario después de trasladar los últimos ejemplares vivos al Oceanogràfic de València.

El gasto total que ha ocasionado para las arcas municipales el acuario, del que todavía no se conoce el nuevo proyecto impulsado por el Ejecutivo del PP ya sin animales vivos, ronda los 200.000 euros. En esa cantidad se incluyen los 120.000 euros que invirtió el gobierno de izquierdas para reabrir el acuario después de que un fallo en el sistema de refrigeración provocase la muerte de todos los animales al poco de empezar el mandato. Ese problema hizo que la pecera estuviera veinte meses cerrada. La instalación reabrió en abril de 2017, aunque los problemas se volvieron a reproducir poco después, con la muerte de la mayoría de los ejemplares ya con el PP.

La empresa adjudicataria de las obras también se encargó del mantenimiento durante un año, por un coste total de unos 153.000 euros (entre el cambio de la maquinaria y la propia conservación). Ese contrato concluyó, según se recoge en el acuerdo aprobado ayer, en enero de 2018. Desde entonces, la empresa siguió al frente de los trabajos de mantenimiento, pero cobrando el servicio a través de reconocimientos extrajudiciales de crédito, que contemplan un gasto de unos 2.500 euros al mes.

A ese dinero, además, se debe añadir otras cantidades, como las relativas a los trabajos de reparación de maquinaria (1.300 euros, entre mayo y julio) y la modificación de la ubicación de las condensadoras (4.300 euros, en julio). La última factura cuyo pago se aprobó ayer asciende a 2.200 euros por el coste que supuso la limpieza y la desinfección para el cierre definitivo del acuario y el transporte de las especies vivas que quedaban en la instalación en noviembre, después de que fueran muriendo los peces desde julio.

En total, el Ayuntamiento de Alicante ha gastado unos 200.000 euros durante todo este mandato (desde 2015) en un acuario que permanece cerrado y, a día de hoy, sin saber nada del nuevo proyecto que el edil de Medio Ambiente, el popular Israel Cortés, aseguró ayer que se conocerá «en unas semanas». Hace medio año apuntó que la solución sería «inmediata».

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