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Guanyar, en la encrucijada del Presupuesto

La marca blanca de EU prevé no bloquear las cuentas si el Gobierno municipal acepta sus propuestas

En la última reunión con el concejal de Hacienda, Carlos Castillo (PP), Guanyar estuvo representado en los ediles Simón, Pavón y Villar. INFORMACIÓN

El concejal de Hacienda, el popular Carlos Castillo, se reunirá hoy, de nuevo, con sus dos previsibles aliados en el objetivo de sacar adelante los Presupuestos municipales para este año: Ciudadanos y Guanyar. El Gobierno local del PP, liderado por Luis Barcala, empezó con esas dos formaciones una ronda de contactos que ahora, un mes después, ha abierto a los otros dos grupos: PSOE, con los que se vio las caras este martes, y Compromís, con quien prevé reunirse, ya con el borrador sobre la mesa, en los próximos días.

Hoy, tras citarse primero con Cs y después con Guanyar, Castillo pretende ultimar el documento inicial, donde se incluirán exigencias de la formación naranja, que estaban presupuestadas en unos 3,5 millones de euros y enfocadas a la redacción de un nuevo PGOU, a apoyar los polígonos industriales y a ayudar en el pago del IBI a familias vulnerables. También deben figurar las peticiones de la marca blanca de EU, que puso sobre la mesa de inicio un texto con tres tipos de peticiones que, en total, rondan los 14 millones de euros: actuaciones por 2,4 millones para incluir desde el primer momento en el Presupuesto para este año (como la reurbanización de Rabasa, obras en el Castillo de Santa Bárbara, la restauración de Luceros, mejoras en el Barranco de las Ovejas y un parque público en el PAU 2, entre otras), sobre 1,4 millones en iniciativas a financiar con inversiones sostenibles y un paquete de peticiones valoradas en casi 10 millones que se pagarían con nuevos préstamos.

El actual portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, tras una conversación con el concejal de Hacienda, ya adelantó a mediados de diciembre que el Gobierno del PP de Barcala iba a asumir buena parte de las peticiones de su grupo con tal de que la marca blanca de EU, que formó parte del tripartito de izquierdas que gobernó Alicante hasta hace un año, no bloquee la aprobación de los Presupuestos.

Y es que el Ejecutivo de Barcala quiere esa medalla de cara a las elecciones municipales previstas para mayo: aprobar las cuentas pese a encontrarse en franca minoría en el Pleno, donde apenas cuenta con ocho de los 29 concejales de la Corporación. Para ello, el PP ha levantado la mano ante las peticiones llegadas desde los dos grupos que ha elegido como aliados en este escenario político. Con Cs, Castillo admite que tiene «conexión», en supuesta alusión a la posición ideológica de ambas formaciones, mientras que de Guanyar destaca que Pavón es el «más consecuente con la palabra dada». El edil de Hacienda ya empieza a dar por hecho en público que ninguna de las dos formaciones impedirá que se aprueben los Presupuestos: al PP de Barcala le bastaría con el apoyo de Ciudadanos y la abstención de Guanyar para despreocuparse del signo del voto del PSOE, de Compromís e incluso de los dos concejales tránsfugas.

El calculado visto bueno del PP a las exigencias de Guanyar deja a los de Pavón, que todo apunta a que pasarán en breve a tener como portavoz a Daniel Simón (quien se impuso en las primarias de EU para la Alcaldía), en una encrucijada a nivel electoral. De puertas adentro admiten que no pueden bloquear el Presupuesto si el Ejecutivo de Barcala asume sus peticiones, pero a su vez admiten el posible coste electoral al que se enfrentarían por dar aire al PP, el partido contra el que centraron su labor de oposición durante el pasado mandato, con Sonia Castedo el frente de la Alcaldía.

Sin embargo, a día de hoy, en Guanyar no valoran como opción bloquear los Presupuestos si sus peticiones forman parte del documento que el PP eleve al Pleno, previsiblemente en la primera quincena de febrero. En Guanyar, según reconocen sus ediles por los pasillos del Ayuntamiento, parece que optarán por cargar con el coste electoral entre sus votantes de permitir una victoria política de la derecha, del PP de Barcala, para evitar así tener que dar la cara ante colectivos vecinales y sociales, que aseguran no entenderían bajo ningún concepto que impidiesen con su voto en contra la realización de peticiones históricas.

De hecho, Castillo, que conoce de sobra a sus interlocutores en la negociación, ya lo ha dicho esta semana: «Voy a poner muy difícil el voto en contra, salvo a aquellos que rebasen la línea roja con cuestiones ideológicas». El edil de Hacienda se refería, y eso que aún no había recibido las propuestas de Compromís, a peticiones como el Centro de la Interpretación de la Memoria (1,1 millones de euros) que los de Natxo Bellido incluyeron ayer en su «carta» de exigencias, que en total ronda los 17 millones. Desde el PSOE, que trasladaron sus peticiones a Castillo el martes aunque sin una cifra cerrada, lo tienen claro: «El PP verá qué votos quiere en el Pleno, porque el de todos no lo va a tener».

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