Satisfacción entre los conductores tras la decisión del Congreso de que la AP-7 sea libre de peaje y gratuita, pero también sombras ante el temor de que la carretera se colapse y acabe deteriorada por la falta de mantenimiento. Y, además, la pregunta, ¿qué futuro les espera a los trabajadores de la concesionaria si al final no hay concesión? Estas fueron las reacciones que suscitó ayer en la provincia la aprobación en el Congreso de una moción de Compromís con la que la Cámara Baja insta al Gobierno a que una vez acabe la concesión de la AP-7 el 31 de diciembre de 2019, la autopista que conecta Alicante con Barcelona pase a ser gratuita.
El respaldo a la liberalización de la AP-7 es, prácticamente, unánime entre los usuarios aunque muchos de ellos temen el colapso de tráfico que puede generarse en esta carretera una vez suprimido el peaje. Así lo expresaron muchos de los ciudadanos consultados por este diario quienes coinciden en que la gratuidad de esta carretera podría generar importantes retenciones. «Trabajo con abogados que en una sola mañana visitan diferentes juzgados de la Comunidad, algo que en el momento que se liberalice complicaría su tarea por el colapso de tráfico que puede llegar a generarse en estas carreteras hasta ahora de pago», señaló José Pastor, un economista de Benidorm.
Luces y sombras
También Nicolás Soria, taxista de la ciudad turística, valoró que el aumento de tráfico puede ser devastador para ellos. «Ahora tardamos 30 minutos por la autopista para llegar al aeropuerto. El tiempo puede aumentar», lamentó el conductor. En cambio, Natalia Vilchez, secretaria, está completamente a favor de la liberalización. «Esa carretera está más que pagada», zanjó.
Ginés lleva dos años trabajando en un área de servicio de la A7, pero estuvo varios años trabajando de peajista en la autopista, al igual que su padre. Conoce desde hace tiempo los peticiones que se lanzan para liberar el peaje, pero no cree que lleguen a buen puerto. «Llevamos años escuchando lo mismo, y luego, a la hora de la verdad se vuelve a renovar la concesión», asegura este expeajista, que ahora teme por el empleo de sus antiguos compañeros. «No pueden tirarlos a todos a la calle así como así, y además, como mínimo, el personal de mantenimiento debe seguir trabajando porque está carretera necesita un mantenimiento, aunque sea gratis y no se pague por su uso».
El Congreso de los Diputados aprobó anteanoche con la abstención del PSOE -preso de la decisión que tome finalmente el Ministerio de Fomento, hoy contrario a la gratuidad- una moción de Compromís en la que se insta al Gobierno a que la autopista de peaje Ap-7 que conecta Alicante con Cataluña sea gratuita a partir del final de la concesión el 31 de diciembre de 2019. La moción de los nacionalistas recibió el respaldo, entre otros de Podemos y ERC, y paradójicamente, del PP, hasta ahora contrario al gratis total. Todo en un ambiente precedido de una gran tensión, ya que durante el debate previo la diputada Marta Sorlí (Compromís), se ha había quedado prácticamente sola en la petición de que la autopista sea gratis. En el fondo, el problema de quién asumirá el mantenimiento de la vía, doce mil euros por kilómetro al año.
Bronca
El debate no estuvo exento de polémica y bronca, ya que horas antes de la votación, al filo de las once de la noche, la moción de Compromís había sido rechazada a la espera de que se pronuncie la Subcomisión de Fomento, tras la enmienda presentada por el Grupo Parlamentario Mixto debatida en este sentido. La comisión creada evaluará la gratuidad de la AP-7 a su paso por la Comunidad Valenciana y la construcción de tramos que garanticen la conexión con los pueblos colindantes.
La diputada de Compromís Marta Sorlí defendió la liberación de la Autopista del Mediterráneo tras el término de la concesión a finales de 2019 y destacó que es la única vía de comunicación que recorre la región de norte a sur de forma segura.
En concreto, en la moción se insta al Gobierno a no realizar nuevos trámites que permitan una nueva prórroga de la gestión de la AP-7 y a que no se aplique ningún canon o peaje blando, además de bonificar el 50% del importe de peaje a los vehículos pesados y eximir del pago de peaje a los vehículos ligeros en la Comundad, como ya ocurre en Cataluña desde agosto.
