Un período de quince días para que ciudadanos y asociaciones puedan remitir sus propuestas iniciales a la Concejalía de Urbanismo en el proceso de modificación de la Ordenanza del Ruido, que data de 1991. Ésta fue la única fecha concreta que se puso ayer sobre la mesa en la Jornada del Ruido, convocada por el gobierno municipal del PP en Puerta Ferrisa. A la cita, a la que estaban convocados unos noventa colectivos sociales, acudieron unas treinta personas, principalmente vecinos y representantes políticos, aunque también asistieron hosteleros.

Los vecinos y los grupos de la oposición, según explicaron durante las intervenciones en la reunión y también a su finalización, coincidieron a la hora de criticar la falta de un calendario concreto por parte del gobierno municipal, que a través de la concejala de Urbanismo, la popular Mari Carmen de España, estimó que la primera reunión de la Mesa del Ruido se convocará para dentro de unos dos meses, unos plazos excesivos para los vecinos y la oposición.

En esa línea se mostraron los representantes de los exsocios del tripartito y de Ciudadanos que acudieron ayer a la jornada. La concejala de Compromís Sonia Tirado calificó la reunión como «inútil y caótica» porque «no se ha hablado de la ordenanza del ruido, ni se ha presentado un borrador y en la que lo único que se ha hecho ha sido informar a los vecinos de que se limita su participación en la Mesa del Ruido. Esta mesa solo ha servido para que los vecinos se peleen entre ellos», señaló Tirado, quien apuntó contra la edil de Urbanismo: «De España estaba muy nerviosa, cortaba a los vecinos en sus intervenciones y, como siempre, no ha sabido dar respuesta a las preguntas que se le hacían».

Desde Ciudadanos, la portavoz Yaneth Giraldo consideró que el PP «sigue en su línea de hacer campañas de marketing; en la reunión la señora De España ha tirado la pelota en el tejado de los vecinos para inhibirse de sus propias responsabilidades». Desde Cs señalaron que la reunión fue «una pantomima para dilatar el proceso, ya que el PP se ha presentado sin ninguna planificación concreta ni calendario de trabajo». En la misma línea se mostraron desde el PSOE, a través del concejal Fernando Marcos: «Es un intento más del PP para dilatar el proceso. Hemos repetido mil veces que es una ordenanza importante. Empezamos a sospechar que Barcala no tiene ningún interés en modificar esta ordenanza ni ninguna otra». Por último, la concejala de Guanyar Shaila Villar fue crítica con el gobierno liderado por Barcala por las características del proceso abierto para la participación vecinal: «Se nos ha presentado como una herramienta consultiva pero nos parece un intento de participación ciudadana que no convence a muchos. Tenemos claro que, si no hay un interés real en poner solución a ciertos problemas, dará igual tener una o diez ordenanzas nuevas».

Desde el gobierno municipal, la concejala de Urbanismo, Mari Carmen de España, defendió en cambio el modelo de participación ciudadana en la elaboración de la nueva Ordenanza del Ruido. «Estamos ante un problema que nos concierne a todos y, por tanto, el proceso debe implicar a todas las partes. Al final, de lo que se trata es de que, con independencia de quién gobierne, la ciudad de Alicante pueda tener una regulación adecuada que responda a las necesidades reales», incidió la edil, quien subrayó que la Mesa del Ruido será un «órgano consultivo de carácter técnico que también se abrirá a la participación ciudadana» para hacer un «seguimiento de la futura Ordenanza del Ruido, tanto en el proceso de elaboración como durante su futura vigencia». En la Mesa del Ruido, sin fecha para su primera reunión, está previsto que estén representados vecinos, comerciantes y hosteleros.