El pleno del Ayuntamiento de Alicante aprobó la calificación como urbanizable de 47 hectáreas de suelo en las fincas Pino-Ruaya, donde se estable un parámetro de 50 viviendas por hectárea, lo que podría permitir la construcción en el futuro de unas 2.000 viviendas. El asunto fue presentado como una urgencia por parte del equipo de gobierno del PP para dar cumplimiento a la ejecución de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana del año 1992. La propuesta salió adelante con 19 votos a favor (PP, PSOE y Ciudadanos), el voto en contra de los cinco ediles de Guanyar Alacant y la abstención de los tres concejales de Compromís y de los dos ediles tránsfugas.

En el transcurso del debate, el portavoz de Guanyar, el concejal Miguel Ángel Pavón, amenazó con acudir a los tribunales para que se paralice el proyecto, en el que señaló participa el empresario Enrique Ortiz. "Tiene intereses en Pino-Ruaya. ¡Qué casualidad!", dijo Pavón, quien defendió su postura: "Nos quedamos solos votando en contra de este despropósito. No pasa nada. Estamos acostumbrados, como cuando IU votó en contra, en 2005, del Plan Rabasa, un plan que fue anulado por los tribunales".

Pavón critica que Urbanismo plantee en la zona una densidad de 50 viviendas por hectárea "similar a las 70-75 viviendas por hectárea que querían los promotores y lejos de las 4,25 viviendas por hectárea que fijaron ustedes en 2001 en la ficha de la zona. No es el momento de definir esto y se saltan los trámites y la exposición pública que se exige para una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU".

El planteamiento del equipo de gobierno de 50 viviendas por hectárea en Pino-Ruaya es, según el portavoz de Guanyar, "un escándalo y una ilegalidad". "Es la vuelta al urbanismo de promotor, del urbanismo a la carta, a la especulación", concluyó el edil.

El alcalde, Luis Barcala, abogado, quiso intervenir en este asunto ante la amenaza de Pavón de acudir a los tribunales. "Si quiere ir, vaya. Le auguro el mismo resultado que con los graneles", asunto este último en el que hay dos sentencias en contra, todavía no firmes, del planteamiento de Pavón con respecto a que las empresas del Puerto necesitaban para el movimiento de graneles una licencia ambiental del Ayuntamiento.

Lo que se hace en Pino-Ruaya, según explicó Barcala, es "en cumplimiento de la ejecución de una sentencia que nos obliga. No estamos condicionando lo que se pueda hacer ahí, tendrá que venir con una modificación del PGOU". El alcalde añadió que el exalcalde Gabriel Echávarri "sufrió la presión de un juzgado con advertencias de desacato porque dependía de usted (por Pavón). La suerte que tengo yo es que no dependo de usted".

El regidor del PP reprochó a Pavón que "saca usted el nombre de Ortiz y parece que le justifica a usted. Lo que estamos haciendo hoy nos lo exige un tribunal y aquí todo el mundo afirma que lo dejó todo hecho (en referencia a PSOE, Guanyar y Compromís), pero aquí la realidad es que no se había hecho nada".

Ningún grupo de la oposición compartió los argumentos de Guanyar. Ciudadanos apoyó la propuesta del PP porque "nos fiamos de los técnicos y del secretario que nos dicen que es lo que se debe hacer", señaló la portavoz del grupo, Yaneth Giraldo, quien reprochó a Pavón que había tenido dos años y medio para plantear una propuesta cuando estuvo al frente del área de Urbanismo.

Compromís se abstuvo "porque hay informes técnicos contradictorios, uno de la etapa de Pavón y otro de ahora. Nos hubiera gustado que las medidas hubieran sido más restrictivas. Será extraño que la promotora proponga una densidad de viviendas inferior que la propuesta aquí. A partir de ahora habrá que ver el plan y el Ayuntamiento establecerá cuando se presente si interesa o no. Es difícil posicionarnos con informes que no dicen exactamente lo mismo", explicó el portavoz, Natxo Bellido.

El PSOE votó a favor, porque, según la portavoz, Eva Montesinos, el trabajo presentado por el equipo de gobierno del PP estaba iniciado por ella en su última etapa como concejal de Urbanismo. "No se ponga medallas señora De España (en alusión a la concejal de Urbanismo del PP), porque se lo encontró hecho", dijo al tiempo que criticó la postura de Guanyar. "Señor Pavón, haga el favor de mirar hacia el futuro.Nosotros no hicimos lo que quería usted, hicimos lo contrario".

Por su parte, la concejal de Urbanismo, María Carmen de España, replicó a Pavón que "por mucho que repita que no le gusta, que a usted no le guste no quiere decir que no esté bien". La edil aseguró que la densidad de viviendas establecida, 50 viviendas por hectárea, "es un parámetro que no obliga, se supedita al desarrollo del Plan General".

Minuto de silencio por Carmen Alborch

En el pleno se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la violencia de género y un minuto de silencio en señal de respeto a la figura de la socialista Carmen Alborch, de quien el alcalde reveló que fue profesora suya. "Tuve la inmensa suerte de conocerla como alumno de la Facultad de Derecho de València. Magnífica profesora, innovadora en las clases, una persona íntegra, una política brillante. Aunque pueda discrepar de sus ideas, debo reconocer que defendió sus ideas con respeto y coherencia política", dijo el popular sobre la socialista recientemente fallecida.