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Malla de coco y plástico para prolongar la vida de los ficus

Medio Ambiente protege raíces de los árboles centenarios de Canalejas y Gabriel Miró hasta que enraizan en el suelo

Una de las raíces protegidas con malla de coco para favorecer su crecimiento, en Canalejas. jose navarro

Nuevas raíces de los centenarios ficus del parque de Canalejas, y también en Gabriel Miró, protegidas por unos vistosos plásticos de color blanco. Esta imagen, cada vez más habitual en dos de los parques más visitados de la ciudad, se deriva de los cuidados que el Ayuntamiento de Alicante, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, dedica a los ejemplares. «Las raíces se procede a protegerlas con una malla de coco y una capa de plástico externo, con el fin de que puedan mantener la humedad y los nutrientes y favorecer su crecimiento», explican desde el área de Medio Ambiente, en alusión a la imagen que se puede ver en unos cinco ficus de Canalejas, con alrededor de una decena de raíces ahora protegidas.

Esta actuación incluida en los cuidados a los ficus centenarios «intenta ayudarles en su crecimiento, facilitando su sustentación natural y un mejor aporte de nutrientes al árbol», añaden desde el Ayuntamiento de Alicante, que subrayan que los trabajos se inician cuando las raíces están al aire y se prolonga hasta que finaliza su camino hacia el suelo: «Se pone hasta que enraíza el suelo y luego se deja un año para que cojan consistencia suficiente y no se puedan cortar con facilidad».

Técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente continúan que para llegar a cabo estas actuaciones se eligen algunas de las raíces que salen de los históricos ejemplares, que son objeto de la admiración de los turistas que visitan la ciudad: «Se hace en las que se ven que pueden prosperar por longitud, el tamaño y el lugar, evitando que pueda afectar a una calzada». Estos trabajos no son nuevos, aunque los habituales de parques como Canalejas subrayan que cada vez son más visibles en las raíces de los ficus. «Se viene haciendo desde hace cinco o seis años, porque hemos visto que es beneficioso para los árboles. Se favorece la humedad y alimentación para su crecimiento», afirman.

Además, dentro de los cuidados a los árboles más observados de la ciudad, también se instalan unos «tutores» que sirven de guía a las raíces que van naciendo en los ejemplares. Dentro de los trabajos de mantenimiento de los ficus se lleva a cabo también una «descompactación del suelo», según explican los técnicos, «que se realiza con pistola de aire comprimido para favorecer la penetración de las raíces en el suelo».

Pero no solamente se cubren las raíces con malla de coco y se protegen con plásticos, además de colocar tutores para guiar su crecimiento o de descompactar el suelo para facilitar su enraizamiento, sino que también se llevan a cabo inspecciones aéreas para revisar el crecimiento de los ejemplares. «Cada cuatro meses, se procede a la revisión de la zona aérea, con el fin de ver su crecimiento y evitar la posible rotura de ramas, ya que su copa puede llegar a alcanzar un diámetro de más de treinta metros», explican desde la Concejalía de Medio Ambiente, siempre para «prologar la vida de estos ejemplares centenarios y que se desarrollen en las mejores condiciones, ya que son árboles muy apreciados».

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