La provincia de Alicante es la que ha experimentado un mayor aumento de profesorado en toda la Comunidad durante el mandato del Botànic. Este curso arranca con 3.245 docentes más que hace tres años, aglutinando más de la mitad del incremento de docentes en el conjunto de la Comunidad que suma 6.000 profesores, como subrayó el conseller de Educación, Vicent Marzà, con motivo de la inauguración oficial del curso, junto al president Ximo Puig y el alcalde, Luis Barcala, en el colegio El Palmeral de Alicante.

Los 29.000 alumnos de Infantil y Primaria de la ciudad son los primeros de la Comunidad en volver a las aulas para no tener clase en Hogueras. El propio Marzà aprovecho el dato para significar que el Consell está con Alicante y que por eso el día 24 de junio será festivo e al Comunidad.

Pero no todo eran buenas noticias ayer para el colectivo docente, que se desayunó con la recomendación de la propia conselleria en su web para que todos los interinos con plaza asignada en las adjudicaciones de julio se apuntaran al paro los días 1 y 2 de septiembre para poder cobrarlos. La intervención estatal, como aseguró el secretario autonómico, Miguel Soler, a este diario, no permite dar de alta en sábado ni domingo, de ahí el desfase de esos dos días para cuantos han sido dados de alta el 3 de septiembre. «Nos dejaremos la piel para que todos lo cobren, pero por si no fuera posible porque no depende del Consell, recomendamos que se apunten al paro», explicó.

El número dos de Educación debatió sin descanso con un grupo de interinos sin plaza que esperaban a Puig con sus carteles en mano reclamando trabajo, para visibilizar la problemática de la asignación de plazas este curso. Soler no decayó pese a todas las reclamaciones de que fue objeto y le evitó a Puig ser captado en una foto con la protesta.

Islam

Sobre los recelos a la oferta del Islam en algunos centros, Marzà concretó que también la mitad de los diez centros donde se baraja implantarlo están en la provincia, en concreto en Crevillent y Almoradí, aunque no se decidirá hasta saber la demanda real de alumnado a mediados de septiembre: «No es una imposición sino un derecho», precisó.

También insistió en la política del Consell de «no duplicar la oferta educativa con dinero público»y, por tanto, recurrir todas las sentencias del TSJ que le obligan a devolver los conciertos de Bachillerato.

Mientras Puig apelaba a la colaboración de los ayuntamientos en el Plan Edificant para «acabar para siempre con las instalaciones precarias», el alcalde reclamaba centros «dignos» independientemente del signo político del gobernante de turno y Marzà concretaba que este curso son 4.000 los alumnos en barracones «por situaciones de excepción y puntual, con un proyecto de nuevas instalaciones» -como La Cañada, dijo-, poniendo el acento en que cuando eran 8.000 hace 3 años.

El conseller aseguró que el próximo lunes, día 10, alumnos de Ibi, San Fulgencio y Orihuela dejarán atrás los barracones.