La provincia de Alicante vuelve a tener servicio de taxi al desconvocarse la huelga cerca de esta pasada medianoche. Los taxistas alicantinos, reunidos en asamblea en la estación de Adif, decidieron volver al trabajo al igual que han hecho en Madrid y Barcelona. Los taxistas han dado un «margen de confianza» al Ministerio de Fomento, que permitirá a partir de septiembre a las comunidades autónomas que regulen, si así lo desean, el sector de los vehículos de alquiler con conductor (VTC).

Hasta llegar la desconvocatoria, en Alicante se repitieron ayer las escenas de enfado. «No vuelvo a coger un taxi, me paso a Cabify, no hay derecho», le espetó ayer una turista recién llegada a la estación de tren de Alicante y que se dirigía a la playa de Muchavista con su madre, de 86 años, su perro y las maletas. Carmen Paredes llegó en el AVE de las 12 de la mañana desde Madrid y ya llegaba «caliente» porque había tenido que coger un tren de cercanías para llegar a Atocha y se había caído «con el follón de las maletas por el medio». Como ella muchos viajeros que llegaron ayer 1 de agosto a la estación preguntaban, se enfadaban y se dirigían a la estación del TRAM en Luceros, por este orden, donde se encontraban con que el ascensor no funciona. Precisamente con esta situación se toparon una madre y su hija pequeña que volvían de pasar una semana de vacaciones en Benidorm y debían regresar a Madrid. «Nos han estropeado las vacaciones», lamentó Míriam Rodríguez, que suele realizar el viaje de Alicante a Benidorm en taxi. «Hemos tardado un siglo en llegar en el tranvía y cuando llegamos a la estación resulta que no funciona el ascensor y hemos tenido que cargar con las maletas», criticó.

Los taxistas que estaban en la estación informaron a los clientes y realizaron los servicios mínimos para personas con movilidad reducida hasta cualquier punto de la provincia. Este periódico fue testigo de cómo varias personas mayores en silla de ruedas eran trasladadas, así como una niña discapacitada y su madre que iban a Calp. El resto decidieron coger el autobús o se desplazaron andando.

Mientras tanto, unos 150 taxistas continuaban ocupando dos carriles de la avenida de la Estación, donde pasaron la noche. Ya por la mañana unos 50 compañeros de Benidorm les acompañaron en sus reivindicaciones y llegaron hasta Alicante para parar con ellos. Como no cabían en la avenida de la Estación aparcaron sus taxis en el recinto de la estación del AVE.

«Sentimos la situación y pedimos disculpas a los clientes afectados, pero nos vemos obligados a parar», afirmó uno de los taxistas. «Queremos que se cumpla la ley y queremos ver hechos, no promesas», añadió.

Pendientes de una solución, sin incidentes y vigilando que no aparecieran vehículos «pirata», así transcurrió la cuarta jornada de paro de los taxistas en el aeropuerto internacional Alicante-Elche. Los numerosos carteles colocados en la terminal, explicando la situación a los pasajeros, provocó que apenas bajaran turistas a la terminal de transporte público. Las únicas colas, ordenadas, se registraron en la terminal que acoge los autobuses de línea, que tuvieron mucha más afluencia de lo normal. Las empresas de alquiler de coches también multiplicaron su trabajo.