"No vuelvo a coger un taxi, me paso a Cabify, no hay derecho", le ha espetado esta mañana una turista recién llegada a la estación de tren de Alicante y que se dirigía a la playa de Muchavista con su madre, de 86 años, su perro y las maletas. Carmen Paredes llegó en el AVE de las 12 de la mañana desde Madrid y ya llegaba "caliente" porque había tenido que coger un tren de cercanías para llegar a Atocha y se había caído "con el follón de las maletas por el medio".
Como ella muchos viajeros que llegaban hoy 1 de agosto a la estación preguntaban, se enfadaban y se dirigían a la estación del TRAM en Luceros, por este orden, donde se encontraban que el ascensor no funciona.
Precisamente con esta situación se han encontrado una madre y su hija pequeña que volvían de pasar una semana de vacaciones en Benidorm y debían regresar a Madrid. "Nos han estropeado las vacaciones", lamenta esta mujer, que suele realizar el viaje de Alicante a Benidorm en taxi. "Hemos tardado un siglo en llegar en el tren y cuando llegamos a la estación resulta que no funciona el ascensor y hemos tenido que cargar con las maletas y miedo me da lo que vamos a encontrar cuando lleguemos a Madrid", señala Miriam Rodríguez.
Los taxistas que estaban en la estación informan a los clientes y realizan los servicios mínimos para personas con movilidad reducida o con niños pequeños hasta cualquier punto de la provincia. Este periódico fue testigo de cómo varias personas mayores en silla de ruedas eran trasladadas, así como una niña discapacitada y su madre que se dirigían a Calp.
Otros muchos viajeros han decidido coger el autobús o se han desplazado andando. Y un gran número de los viajeros que han llegado en el AVE ya tenían su billete combinado con el autobús.
Unos 50 compañeros de Benidorm les han acompañado en sus reivindicaciones y llegaron hasta Alicante para parar con ellos.
Mientras tanto, unos 150 taxistas continuaban ocupando dos carriles de la avenida de la Estación, donde han pasado la noche.
"Ha sido tranquila, hemos dormido como hemos podido, hemos realizado los servicios mínimos y hemos informado a los clientes de las alternativas de transporte que tenían en las paradas", decía uno de los que han pasado la noche acampados.
"Sentimos la situación y pedimos disculpas a los clientes afectados, pero nos vemos obligados a parar", afirmaba otro de los profesionales del sector. "Queremos que se cumpla la ley y queremos ver hechos, no promesas", añade.
Y así van a continuar al menos hasta esta tarde, en función del resultado de la reunión de la Conferencia Nacional de Transporte.
