Las primeras empresas del Distrito Digital impulsado por la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPT) en Alicante se instalarán a partir del próximo mes de octubre. Así lo avanzó ayer el director general de la SPT, Antonio Rodes, en el transcurso del Foro Club INFORMACIÓN-Universidad de Alicante (UA)- Bankia-CEV (Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana) celebrado en la finca MaestraldeDie.

Rodes aseguró que dos tercios del primer plan de atracción de empresas lanzado por la empresa pública ya está cubierto. Así, la expectativa es que en el primer trimestre del año que viene el Distrito Digital cuente con 120 start ups y otras 40 microempresas de «gaming» y «eSports» funcionando con unos 500 trabajadores. Un ambicioso objetivo cuyo mayor reto es «hacerlo sostenible, que sea un germen de algo que perdure», indicó el responsable de la SPT.

Rodes quiso dejar claro en su intervención que el Distrito Digital será un centro dedicado a la producción digital y no un espacio digitalizado. Desveló, aunque sin ofrecer nombres, que «ya hay un interés serio de empresas potentes que pueden actuar como tractoras». Y anunció que ya evalúan una oferta de una gran empresa que opta a convertirse en socia tecnológica.

El proyecto de lo que será el Distrito Digital, que se ubicará en parte de las instalaciones de la Ciudad de la Luz no afectadas por el expediente abierto por Bruselas, partió, según recordó Rodes a los asistentes, del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que lo anunció el pasado septiembre.

Para convertirlo en realidad, la SPT buscó la fórmula que incentivara la instalación de firmas digitales. O dicho de una manera más gráfica «poner el desfibrilador para que el cuerpo reaccione», apuntó Rodes. Según explicó, al tratarse de una empresa pública no podía ofrecer subvenciones, de manera que los servicios jurídicos aconsejaron la figura de la donación modal que consiste en una serie de incentivos a cambio del cumplimiento de unas condiciones. En el caso del Distrito Digital estas condiciones son que la empresa sea de economía digital, con al menos dos años de vida y con una facturación superior a los 200.000 euros o que acredite el interés de fondos de inversión por más de 300.000 euros. Las empresas deben establecerse aquí y crear al menos dos puestos de trabajo, con lo que recibirían 30.000 euros de donación, o tres puestos de trabajo, por los que tendrían 40.000 euros. Además, tienen que generar cursos de formación con una duración mínima de 10 horas. Estas ayudas se prolongarían por un año y ya hay otro plan previsto para 2019, que se lanzará a finales de octubre con un plazo de dos meses y medio para que las interesadas puedan presentar sus solicitudes.

De las condiciones se desprende que no se trata de crear una «incubadora de empresas tecnológicas» sino de captar start ups que ya funcionen. Pero el Distrito Digital se abrirá también a las microempresas de «gaming» y «eSports», es decir, de videojuegos y de técnicas de gamificación que trascienden al videojuego en sí y se aplican en campos tan diversos como la sanidad y la educación de manera creciente. En este caso el Distrito Digital sí actuará como una suerte de incubadora porque este tipo de empresas «lo que tienen es talento pero carecen de apoyo de marketing, jurídico o económico, por lo que hay que conducirlas», explicó Rodes. En España hay contabilizadas más de 500 de este tipo de microempresas, unas 60 de ellas en la Comunidad Valenciana.

Por este motivo, la SPT ha lanzado dos planes bianuales diferenciados. Los destinados a las start ups cuentan con 2,5 millones de euros para cada año y los destinados a microempresas de «gaming» y de «eSports» disponen de 450.000 euros al año. Este último está previsto impulsarlo a partir del mes de noviembre.

El director general de la SPT calificó de «ridículo» el presupuesto del que disponen para poner en marcha el Distrito Digital, que asciende a nueve millones de euros. Especialmente cuando lo comparó con el destinado a otros proyectos de la Sociedad Proyectos Temáticos impulsados en la etapa del Partido Popular, como los 53 millones del Auditorio de Torrevieja, que además estuvo siete años cerrado.

En este sentido, englobó el Distrito Digital en la apuesta del «Pacte del Botànic» que gobierna en la Comunidad por cambiar el modelo productivo y hacerlo más resistente frente a futuras crisis. E incluyó en este esquema a la Agencia Valenciana de la Innovación, cuya sede institucional también se encuentra en Alicante. Aunque en ambos casos se trata de impulsar la economía digital «desde Alicante para toda la Comunidad».

Rodes afirmó que «esta tierra se caracteriza por aprovechar las oportunidades» y, en su opinión, las que abre la transformación digital no pueden quedar al margen, sino más bien al contrario, deben «penetrar en el resto del tejido productivo y polinizar los sectores tradicionales como el calzado, el textil o el turismo, que es de lo que vivimos».

«No partimos de cero porque ya tenemos un ecosistema de empresas de economía digital con sonados casos de éxito en Big Data, Inteligencia Artificial y nanotecnología fruto de iniciativas individuales. Un esfuerzo que se ha unido en AlicanTec», asociación creada por el catedrático de Economía Aplicada Andrés Pedreño, a quien el director general de la SPT agradeció «haber puesto la letra y la música del Distrito Digital».

A su juicio, el proceso de transformación digital profundo al que nos enfrentamos como sociedad, unido a las redes de banda ancha, las infraestructuras y el aumento de la capacidad de los sistemas de computación sitúan a la Inteligencia Artificial como «la industria del futuro». Todo ello ha venido para cambiar «todos los órdenes de la vida» y quien no lo perciba está abocado al «estancamiento». Además, los casos de éxito vinculados a la economía digital que se están produciendo en otros lugares del mundo los protagonizan precisamente «ciudades de tamaño medio». «Alicante y su entorno tienen unas ventajas competitivas que nos colocan en la pole position si sabemos aprovecharlo», señaló Rodes.

España, según los datos que aportó, no se encuentra bien posicionada en el ranking de los países digitalizados ya que oscila entre el número 14 y el 16 de la lista. El caso de Málaga se convierte en un modelo a seguir en este sentido aunque en su opinión «quizá se adelantaron», dando a entender que en el Arco Mediterráneo la provincia de Alicante cuenta con todas las bondades para convertirse en un referente digital.

Rodes enumeró los «lastres» para avanzar en la digitalización como son la brecha digital que aún existe, la insuficiente incorporación de las pymes a la transformación digital, ya que la mayoría se limita al comercio y la facturación electrónica, la insuficiente formación de recursos humanos que tiene pendientes cambios estructurales en el sistema educativo y el acceso difícil y caro a las infraestructuras.

Pero también las «palancas de valor» que van desde un aeropuerto con más de 120 conexiones internacionales, el ferrocarril, el puerto y las autovías, infraestructuras que admitió que habría que conectar entre sí, y el Parque Empresarial de Elche, hasta el sol y la gastronomía. En estos «puntos fuertes» debería Alicante basar su estrategia de fidelización de las empresas, argumentó.

El papel de la administración en este desafío es el de actuar como «reguladora e impulsora», pero para crear un verdadero ecosistema digital transformador y duradero es necesaria la implicación del resto de instituciones y de la sociedad en su conjunto, especialmente de las universidades, consideró. «Ahora la materia prima es el talento y hay que captarlo y retenerlo», señaló Antonio Rodes, en su intervención.