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Barcala pide el voto a la izquierda para cancelar por unanimidad el Plan de Ajuste

PSOE, Guanyar y Compromís se abstienen de apoyar el levantamiento de las restricciones en la Comisión de Hacienda

Barcala pide el voto a la izquierda para cancelar por unanimidad el Plan de Ajuste RAFA ARJONES

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, y el concejal de Economía, Carlos Castillo, ambos del PP, esperan que la izquierda que durante casi tres años dirigió el Ayuntamiento cambie de opinión y apoye en el Pleno del jueves la cancelación del Plan de Ajuste que el Ministerio de Hacienda impuso en 2012 por la elevada deuda municipal. PSOE, Guanyar y Compromís se abstuvieron ayer en la Comisión de Hacienda a la hora de dar su visto bueno, frente al voto favorable de Ciudadanos y de los dos ediles tránsfugas, Nerea Belmonte y Fernando Sepulcre. Aunque con este resultado (15 votos a favor frente a 14 abstenciones), el dictamen quedaría aprobado, el PP busca la unanimidad.

La postura del antiguo tripartito sorprendió a los populares tras una ronda de negociaciones en la que «todos nos manifestaron su respaldo a la cancelación del Plan de Ajuste», aseguró Barcala. Esto será posible con una modificación de créditos por valor de 30,5 millones que también se lleva a Pleno. «Han dicho que van a reflexionar, cuando estaba todo hablado. No puedo entender que después de tres años de gobierno reivindicando la cancelación del Plan de Ajuste lo pongamos encima de la mesa y haya dudas. Aquí se quiere anteponer el interés partidista sobre una cuestión que es de interés para toda la ciudad», dijo el alcalde, que afirma que no es un éxito del Gobierno del PP sino «llegar al punto al que todos queríamos llegar y el que más le interesa a la ciudad».

Castillo considera que cancelar el Plan de Ajuste, que durante años ha frenado las inversiones y el refuerzo de personal, es «la decisión más importante que se va a tomar en este mandato que ellos (la izquierda) han sido incapaces de ejecutar en tres años de gobierno».

La portavoz socialista, Eva Montesinos, declaró que «el único que ha cambiado su discurso es el PP», que en el Pleno de enero votó en contra de la cancelación del Plan de Ajuste, «y seis meses después decide cerrarlo. Nos parece una muestra de oportunismo político. Son conscientes de que no saben cómo gastarse los 30 millones del dinero del remanente. Nos da mucho miedo dejar al PP con las manos desatadas en lo que se refiere a las arcas públicas».

Desde Guanyar, su portavoz, Miguel Ángel Pavón, dijo que fijarán su posición definitiva el mismo jueves para el Pleno, aunque adelantó que en ningún caso será en contra. El edil recordó al PP que este plan «que tanto daño ha hecho a la ciudad» fue el resultado de «la nefasta gestión económica en la época de Alperi y Castedo, aunque parece ofrecer más ventajas que inconvenientes».

Natxo Bellido, de Compromís, adelantó que meditarán «hasta el último segundo» el sentido de su voto. «El PP sigue sin garantizar qué inversiones se van a poder realizar al destinar todo el remanente al Plan de Ajuste. Barcala promete muchas cosas y no hace nada de nada. Nos hace votar a ciegas. Pese a todo, queremos actuar de formar responsable frente a lo que hizo el PP en la etapa anterior».

En el voto favorable de Ciudadanos (Cs) pesa la bajada de impuestos que acarreará la cancelación del Plan de Ajuste, «que beneficiará a los alicantinos», y la posibilidad de contratar personal en servicios esenciales como la Policía Local y Bomberos, Urbanismo, y Servicios Sociales.

«No caben medias tintas en este tema y hemos optado por la responsabilidad política», dijo la portavoz de Cs, Yaneth Giraldo, que se mostró extrañada por la abstención de los partidos del tripartito. «No tiene sentido acumular dinero cuando queda muy poco tiempo para ejecutar», afirmó.

«Me enorgullece ser parte de los concejales que van a devolver a Alicante su independencia económica y su capacidad de gestión. Así se cumple con el compromiso electoral más importante que adquirí en 2015. Poner fin al Plan de Ajuste significa poder realizar inversiones y proyectos en la ciudad y contratar más funcionarios para llevarlos a cabo. El Ayuntamiento podrá trabajar mejor por el presente y futuro de la ciudad», dijo la tránsfuga Nerea Belmonte.

El otro edil tránsfuga, Fernando Sepulcre, explicó que su visto bueno es «por sentido común. Hay un remanente de 32 millones que no da tiempo a invertir en Alicante. Pasó con el tripartito estos años, era un dinero parado que no servía para nada». Sepulcre recordó que Compromís ya intentó cancelarlo pidiendo un préstamo. «Gracias a que no se han ejecutado proyectos ahora hay liquidez para hacerlo».

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