Basta con rodear la plaza fijando la vista en Luceros para observar la multitud de desperfectos que acumula uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, clave para entender las Hogueras, epicentro de las multitudinarias mascletàs, y el Hércules, lugar de celebración de los éxitos deportivos de un club ansioso de un ascenso al fútbol profesional. La falta de presupuesto, motivado por la escasa voluntad política en destinar fondos económicos a la rehabilitación y mantenimiento de la fuente, han llevado a que Luceros presente un estado de absoluto abandono, con multitud de piezas rotas o agrietadas desde hace demasiados años. Durante este mandato, al que le falta menos de un año, el que fuera concejal de Cultura desde junio de 2015 y hasta que se rompió el tripartito en noviembre de 2017, Daniel Simón (Guanyar), admite que hasta la fecha no se ha destinado cantidad alguna para acometer las reparaciones que necesita la fuente, como tampoco para un mantenimiento anual que considera necesario con el objetivo de evitar que los desperfectos lleguen al actual nivel.

Ante esta situación, Guanyar incluyó en el documento anexo al presupuesto [cuyos proyectos deben financiarse con modificaciones de créditos que debe aprobar por mayoría el pleno municipal] una partida de 100.000 euros para la restauración de la fuente, que sigue sobre el papel, sin hacerse aún efectiva. «Los técnicos nos pedían unos 120.000 euros para una inversión de choque, aunque a esa cantidad habría que añadir un mantenimiento anual sobre el monumento. Exigimos al PP que incluya ese dinero en el presupuesto, por eso insistimos en preguntarles si mantienen esos compromisos», señaló ayer el edil Simón, quien insiste en la necesidad de aumentar las medidas de protección (se habla de añadir a los cajones para los caballos una placas sobre el pavimento para amortiguar las vibraciones en el disparo de los morteros), que este año se elevarán hasta una cifra histórica: 16 disparos (los trece realizados en Hogueras y los tres previstos para despedir 2018). Empleados destinados en la plaza aseguraban ayer que, a simple vista y en contra de lo registrado en otras ocasiones, las mascletàs de este año no han provocado más daños sobre un monumento repleto de profundas heridas, aunque a su vez admitían que la fuente necesita una rehabilitación integral para revertir el actual abandono que sufre. En el agua de la fuente, ayer se encontraron restos del recipiente y carcasas de algunos de los cientos de petardos que sobrevolaron la fuentes desde que el pasado 1 de junio empezaron los espectáculos pirotécnicos que, por ahora, concluyeron el día de San Juan.

Desde la Concejalía de Cultura, la edil María Dolores Padilla (PP) añadió ayer que la situación de Luceros le «preocupa», aunque subrayó la falta de partidas en el presupuesto aprobado para este año, lo que supone un hándicap en el intento de mejorar la imagen de la fuente. «Si no hay modificaciones de créditos, no existe ningún dinero previsto a día de hoy. Luceros es un lugar emblemático, los alicantinos le tenemos mucho cariño. Me preocupa que no cuidemos nuestro patrimonio. Y entiendo que ha habido momentos complicados en lo económico durante los ultimos años, aunque se podía haber hecho algo más», apuntó ayer Padilla, quien, al igual que Simón, reconoce la necesidad de habilitar una partida para el mantenimiento anual de un lugar emblemático para los alicantinos, y también para turistas que, al acercarse, observan un monumento sin ningún tipo de cuidado: «Debemos dotar de presupuesto para cuidar todo el patrimonio de la ciudad, con un mantenimiento anual. De no hacerlo así, luego las reparaciones son siempre más costosa. Y hablo de Luceros, pero también del resto del patrimonio de la ciudad».

La cuestión económica, en el actual gobierno municipal, corresponde al popular Carlos Castillo, quien admite que todavía no ha valorado la entrada en el presupuesto ordinario de los 100.000 euros incluidos en el documento 25, anexo a las cuentas aprobadas con el PSOE al frente del ejecutivo con el apoyo del resto de la izquierda y del tránsfuga Fernando Sepulcre (ex de Ciudadanos). El edil, por ahora, está centrando sus esfuerzos en la próxima modificación de créditos, que será relativa al intento del gobierno de Barcala de cancelar el Plan de Ajuste, destinando para ello unos 30 millones de euros del sobrante del presupuesto de 2017 a amortizar los créditos pendientes relativos a la intervención ministerial sobre la economíca municipal. «Aún no me he planteado cuándo podría entrar esta partida en el presupuesto. Ahora estamos centramos en el Plan de Ajuste», apuntó ayer Castillo, quien prevé convocar para el próximo martes, 3 de julio, a los portavoces municipales de la oposición [PSOE, Guanyar, Ciudadanos y Compromís] para negociar los cambios en el presupuesto necesarios para anular un mecanismo que está en marcha desde 2012 y que supone un control sobre la contratación y las inversiones anuales del Ayuntamiento. Mientras, Luceros sigue esperando a que la voluntad política dé un giro de 180 grados para recibir la inyección económica necesaria para impulsar la rehabilitación de un monumento tan querido por los alicantinos como olvidado por el poder político.