«El objetivo es conseguir que el 100% del territorio de la Comunidad Valenciana disponga de cobertura de banda ancha». El director general de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Generalitat Valenciana, Pedro Pernías, se mostró convencido de que esa es la única manera de que «en la Comunidad Valenciana se produzca un avance real» porque el acceso a esta infraestructura puede marcar la diferencia de «estar en el siglo XXI o en el XIX».

Pernías explicó ayer algunas de las líneas estratégicas del área que dirige en la Generalitat en el Foro Club INFORMACIÓN, Universidad de Alicante (UA)-Bankia-CEV (Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana) en el que también colabora Aguas de Alicante. El alto cargo hizo gala de su condición de profesor universitario -hasta que asumió el cargo trabajaba en la UA- y transmitió al concurrido auditorio de una forma didáctica y amena cómo tiene previsto llevar a cabo la transformación digital de la Comunidad sin dejar de lado el realismo al admitir que «lo que haga no será durante demasiado tiempo, pero espero dejar cosas en marcha para que los sucesores continúen». Incluso repartió entre las mesas unos pequeños tubos que contenían un trozo de cable de fibra óptica al arrancar su conferencia «Claves para la transformación digital de la Comunidad Valenciana».

Actualmente de los 550 polígonos industriales existentes en las tres provincias, solo 50 disponen de banda ancha. Y según las previsiones que manejan los operadores dentro de tres años 190 seguirán sin estar cubiertos. Pernías precisó que en Alicante serían 32. Asimismo, en el mismo plazo temporal quedarán 411 «entidades singulares» sin cobertura, de las que 76 se ubican en la provincia. Bajo la denominación de «entidades singulares» se concentran núcleos de población dispersos de interior y zonas rurales. La extensión de estas infraestructuras se realiza de la mano de la administración general del Estado y, según señaló Pernías, «nos dejan ayudar a tirar cable a terceros siempre y cuando no compitamos con los operadores, es decir, que podemos llegar donde ellos no lleguen».

Junto a la fibra óptica, el director general afirmó que la Comunidad también cuenta con 217 torres de telecomunicaciones más otras 84 que pertenecían a la extinta Canal 9. «Tenemos que usarlas porque el internet de las cosas no puede quedarse solo en las ciudades. En el campo es muy útil para recibir información de plagas o incendios y que esa información se traslade para la toma de decisiones», dijo.

Para ello, anunció que habrá entre 12 y 14 millones de euros en ayudas, la mitad procedentes de la UE, para que los operadores extiendan su radio de acción. El director general también avanzó que estudia eliminar o al menos rebajar una tasa que considera «disuasoria» para que se puedan reaprovechar las infraestructuras viarias. Es decir, que cuando se reparen carreteras se obligue a instalar un tubo de fibra óptica y así avanzar en la conexión de pueblos, polígonos y barrios. En Cataluña y País Vasco llevan años haciéndolo, desveló.

Los «tropiezos» se producen a veces con los propias operadores porque no les es rentable el negocio en según qué zonas porque su cuenta de resultados va ligada a las zonas de alta densidad poblacional y a la televisión. Además, según precisó, los operadores están obligados a proporcionar una cobertura de dos megabytes, pero «nosotros queremos 30 y Europa trabaja ya para los 100, para lo que no podemos ir con el mismo cable, hay que lanzar otro».

Se trata de que la transformación llegue a toda la población porque, en su opinión, «la digitalización no es una entelequia, vamos a poder vivir mejor». La podrán aprovechar las empresas, pero también la persona mayor para usar la telemedicina o para estar conectada y no aislarse o la hija del agricultor que acaba el grado de Marketing y quiere modernizar el negocio y llevar sus productos a un restaurante parisino, puso como ejemplos.

Otro de los ejes de modernización se centra en la administración electrónica. Para Pernías, el criterio para llevarla a cabo debe poner al «ciudadano en el centro» y acometer una «reingeniería de los procesos». En contra juega la propia burocracia y lentitud de la administración y también el hecho de que ahora mismo «coexisten aplicaciones muy diferentes que complican cómo hacer las cosas». Para explicarlo contó el cuento de los sabios ciegos que tocan al elefante. «Uno le toca las patas y llega a la conclusión de que es redondo, otro le toca la trompa y dice que es como una serpiente, mientras que el otro le toca el vientre y afirma que es rugoso. Todos tienen razón pero ninguno sabe cómo es en realidad un elefante. La realidad es compleja y no se puede simplemente importar un software de otro país porque vemos que funciona», argumentó.

El director general reconoció que en cuanto a administración electrónica «queda mucho por hacer» pero confió en llegar al próximo 2 de octubre con los deberes hechos para cumplir con la ley que regulará la forma en la que los ciudadanos se relacionan con la administración. «Algunos puntos han sido declarados inconstitucionales, así que estamos a la expectativa, pero obviamente todo ciudadano tiene derecho a que su gobierno cumpla la ley, así que espero que no se dé una clara posibilidad de denuncia en contra», indicó. «Toda la DGTIC -(Dirección General de las TIC) está encaminada a cumplir con esta ley», aseguró Pernías.

Además, recordó que el estallido de la crisis frenó proyectos que ya estaban encima de la mesa para avanzar en la transformación digital porque había otras prioridades. El alto cargo apostó por recuperar los que se puedan recuperar para ponerlos en marcha, en la línea de aprovechamiento de recursos que quiere mantener también con el resto de administraciones, tanto de dentro como de fuera de la Comunidad Valenciana. Informó de que ya ha mantenido reuniones con sus homólogos en Baleares y País Vasco y gracias a esta colaboración espera poner en marcha un proyecto para ayudar a proteger a las víctimas de violencia de género con un sistema para alertar a la Policía de una manera discreta desde cualquier punto del territorio.

Por otra parte, Pernías quiere tratar de evitar la temida «brecha de género» de la que alertan los expertos en transformación digital y «hacerla atractiva también a las chicas porque el avance debe ser para la totalidad de la sociedad, no sólo para la mitad», por lo que animó a la sociedad civil a «mantenerse vigilante ante los escollos».