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Bajan las muertes por infarto en el Hospital de Sant Joan tras agilizar los cateterismos

El centro sanitario reduce la mortalidad al 3,8% en los últimos años, por debajo del 5% de las recomendaciones internacionales

Bajan las muertes por infarto en el Hospital de Sant Joan tras agilizar los cateterismos

El tiempo es más valioso que nunca ante un infarto. Por este motivo, hace unos años que los hospitales de la provincia pusieron en marcha el denominado «Código infarto», para que en un máximo de dos horas a los enfermos se les haga un cateterismo. El Hospital de Sant Joan ha demostrado que esta inmediatez en la atención al infarto ha tenido buenos resultados. Tanto, que la mortalidad por esta dolencia en el centro sanitario es actualmente del 3,8%, y se sitúa por debajo de las recomendaciones internacionales del 5%. Los datos fueron dados a conocer ayer por Ramón López Palop, jefe de sección de Hematología en el centro sanitario. Antes de que se pusiera en marcha el «Código infarto» en el Hospital de Sant Joan, la mortalidad alcanzaba el 10%.

Actualmente el cateterismo es la técnica más reconocida en el tratamiento del infarto y consiste en destruir el coágulo y abrir la arteria obstruida por medio de un catéter para colocar un stend (dispositivo en forma de muelle) o un balón que resuelva la estrechez.

Con todo, aún queda camino para mejorar. Con este objetivo, el servicio de Cardiología del Hospital de Sant Joan celebró ayer una jornada para informar a los médicos de familia de qué hacer en caso de que un paciente acuda al centro de salud con síntomas de infarto.

Y es que, aunque los especialistas aconsejan que ante la sospecha de que se pueda padecer un infarto lo mejor es ponerse en contacto con el 112, el 30% de casos se reciben en los centros de salud porque el paciente acude alarmado por los síntomas. «Lo mejor es llamar a Emergencias, porque si hay síntomas claros de que se trata de un infarto, de inmediato se moviliza una ambulancia medicalizada SAMU y se activa el Código Infarto» para que el paciente sea intervenido cuanto antes.

En este sentido, los cardiólogos explicaron ayer a los médicos de familia qué hacer si el enfermo va directamente al centro de salud en lugar de llamar al 112. «Lo más importante es que no le digan que se marche por sus propios medios al hospital. Hay que dar aviso al SAMU y mientras monitorizar al enfermo para controlar que no haya arritmias, que es lo más peligroso». El cateterismo debe hacerse prioritariamente entre las primeras dos y tres horas después del infarto. «A partir de que hayan pasado seis horas este tratamiento es escasamente útil», recuerda Ramón López Palop.

Con esta técnica, el estado en el que queda el corazón es mucho mejor. Además, se reducen los días de ingreso hospitalario, el número de pruebas médicas, de duplicidades y por tanto de costes.

El año pasado, lo especialistas del Hospital de Sant Joan atendieron 360 casos de infarto. El paciente más joven tenía apenas 17 años y el más mayor 97. Pese a la disminución de las muertes, el infarto de miocardio sigue siendo la principal causa de muerte a nivel internacional. La mayor parte de los fallecimientos se da en los domicilios, bien porque el paciente estaba durmiendo o porque no reconoció adecuadamente los síntomas que preceden a una parada cardiaca. En este sentido, «se estima que muchas de las muertes en domicilios de origen desconocido tienen detrás un infarto», señala López Palop.

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