El grupo socialista en la oposición, integrado por seis concejales, reclama al alcalde, el popular Luis Barcala, cinco dedicaciones exclusivas para sus concejales, en cumplimiento del acuerdo que alcanzó la Corporación y que aprobó el pleno en diciembre para que todos los concejales del Ayuntamiento pudieran tener un sueldo. Los socialistas consideran que deben contar con una dedicación exclusiva más que Guanyar y Ciudadanos, que, con cinco ediles, tienen tres dedicaciones exclusivas y dos parciales (es decir, cuatro). Compromís, con tres ediles, tiene dos dedicaciones exclusivas y una parcial.

Cuando en diciembre se aprobó en Pleno el acuerdo para que todos los ediles tuvieran sueldo, la excepción se daba en el PP (ocho concejales), con cinco dedicaciones exclusivas y una parcial, al cobrar uno de sus regidores de la Diputación y otro del Teatro Principal. También quedaban fuera los dos tránsfugas. Uno de ellos, Fernando Sepulcre, recibe remuneración de la Diputación , no así Nerea Belmonte, quien con su voto en blanco dio la Alcaldía el jueves al PP. Esta edil sólo percibe unos 200 euros por asistencia a pleno y su reclamación de sueldo no atendida en las negociaciones con la izquierda fue clave para que no apoyara finalmente a la socialista Montesinos como alcaldesa.

Desde el entorno del PSOE consideraron ayer que deben tener una dedicación exclusiva más que Guanyar y Ciudadanos para que puedan cobrar todos los concejales. Es decir, que una de ellas se la repartirían entre dos. Un asunto que plantearán el próximo lunes al PP en la junta de portavoces previa al Pleno que se celebrará el próximo jueves. Los socialistas entienden que no hay que volver a votar este asunto pues «hubo un acuerdo de consenso, de que no iba a haber partidismo», que esperan que se respete con ellos en la oposición.

El propio Barcala se comprometió ayer a mantener «escrupulosamente» los criterios actuales sobre dedicaciones exclusivas y asesores «porque se llegó a un consenso». «Las mismas circunstancias se pedían al equipo de gobierno por los grupos de la oposición al inicio de la legislatura. Se mantuvieron con la ruptura del tripartito y cuando se quedó el PSOE, y lo respetaremos escrupulosamente», dijo el alcalde, con cuyo nuevo gobierno se mostró muy crítico Guanyar.

«Auguramos que la ciudad va a seguir estancada. Tanto que criticó Barcala el minigobierno socialista, ahora ha puesto en marcha su particular minigobierno», declaró su portavoz, Miguel Ángel Pavón. El concejal considera que con Barcala no asumiendo ninguna competencia excepto la asesoría jurídica, con el resto de ediles del PP gestionando entre tres y seis áreas cada uno y con Carlos Castillo compaginando áreas tan importantes como Hacienda y Empleo con sus responsabilidades de gobierno en la Diputación, «la ciudad va a seguir igualmente paralizada en el año que queda de legislatura».

Desde Compromís, Natxo Bellido reclamó al popular Castillo que abandone de forma inmediata sus competencias en la Diputación «y se centre en gestionar este ayuntamiento». El edil se pregunta sobre las «competencias» que presuntamente va a recibir Nerea Belmonte por «su contribución imprescindible para dar el gobierno al PP», e ironiza de paso sobre si el empresario Enrique Ortiz «va a llevar de nuevo Urbanismo, como concejal delegado o sin decreto como en la última época del PP». Asimismo, la formación acusa al PP de «esconder» las áreas de Igualdad y Memoria Histórica, que han quedado integradas en Acción Social y Cultura, respectivamente.

Desde Ciudadanos, su portavoz adjunto, Antonio Manresa, calificó de «muy triste y muy lamentable que la investidura de Luis Barcala esté bajo la sospecha de un amaño». «Todo lo que rodea al PP sigue bajo la sombra de la corrupción y por eso votamos a nuestra portavoz Yaneth Giraldo como candidata a la Alcaldía. Vamos a estar especialmente vigilantes con el nuevo equipo de Gobierno».