Guanyar convocó ayer la comisión de seguimiento del pacto para verse las caras, siempre que sea a tres bandas, con sus todavía socios de gobierno en el Ayuntamiento tras el acuerdo de «refundación» firmado la pasada semana por PSOE y Compromís y de cuya negociación fueron excluidos.

Sin embargo, su línea roja sobre el alcalde dificultará que esa cita se produzca el próximo viernes. «Estamos dispuestos a sentarnos, pero es evidente que no vamos a ir a una reunión donde se sigue manteniendo que el alcalde tiene que dimitir», aseguraron ayer fuentes socialistas, mientras que el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, se mostró abierto a acudir a la reunión, pero pidió que no hubiera «líneas rojas por parte de nadie» para sentarse a la mesa.

En cambio, en la rueda de prensa previa convocada por Guanyar para informar de su intención de citarse con sus socios, Miguel Ángel Pavón dejó claro que mantienen el mandato de su asamblea: dejar el gobierno si el socialista Echávarri no dimite antes del 15 de noviembre. «Reclamamos que se reúna el órgano competente. La voluntad de Guanyar es iniciar un proceso de diálogo, pero siempre a partir de la dimisión del alcalde», señaló Pavón, quien añadió que Echávarri firmó ayer un decreto que restituye a Víctor Domínguez (Guanyar) a la Junta de Gobierno, de la que fue excluido por el socialista en enero.

Esta decisión, a propuesta de Compromís y que en Guanyar no cayó nada bien («no admitimos migajas, es un gesto dadivoso»), también sirvió para enfrentar al PP y al PSOE, ya que las críticas iniciales de Barcala fueron posteriormente contestadas por el portavoz de la Ejecutiva socialista local. Ciudadanos también criticó la decisión «de quita y pon» de Echávarri.