El colapso en el cementerio de Alicante por la falta de suelo para sepulturas lleva al Ayuntamiento a construir por fases nuevos nichos en la zona de ampliación del camposanto para garantizar los enterramientos a un año vista. Con este fin, los técnicos municipales ya están redactando el proyecto para ejecutar una nueva fase de 650 nichos con sus viales correspondientes para poder atender la demanda de inhumaciones en 2018.

A falta de que se apruebe el plan especial de ampliación del cementerio, el problema de la falta de espacio en suelo para nuevos panteones y tumbas se va esquivando con los nuevos módulos en altura que, no obstante, tienen fecha de caducidad ya que se agotarán en 2022 en un recinto que los operarios municipales han puesto a punto para las miles de visitas de estos días con motivo de la festividad de Todos los Santos, que se celebra mañana.

La Concejalía de Infraestructuras también se sirve del rescate de concesiones caducadas o vacías. En estos casos, se requiere a los propietarios la renovación y, en caso de que lo rechace, el suelo revierte al Ayuntamiento al ser público. Si el propietario no aparece se recurre al juzgado para recuperar ese espacio, explica la concejala Gloria Vara. «Es un proceso lento. Cuando llegamos al gobierno municipal, había reversiones de suelo sin hacer desde 2012, es decir, llevaban tres años de retraso. Ahora la demora es de seis meses».

El cementerio municipal Virgen del Remedio, que data de 1918, agotó el año pasado los columbarios en pleno auge de las cremaciones puesto que ya se incinera a cuatro de cada diez fallecidos. En lo que va de año el Ayuntamiento ha invertido más de 600.000 euros en la construcción de 200 nuevos columbarios para depositar las cenizas de los difuntos y en 432 nichos más, que se están terminando ahora. Con éstos y los 320 que se hicieron nuevos en el último trimestre de 2016, el Ayuntamiento da por cubierta la demanda para 2017.

«En los presupuestos municipales siempre se reserva una partida en el capítulo de inversiones para construir nichos porque la inhumación es un servicio esencial», explica Vara, que anuncia que la ampliación y rehabilitación del cementerio será «brutal» gracias al plan de ampliación que empezó a tramitarse en 2005 y que está a la espera de recibir el visto bueno definitivo del Consell tras ser aprobado por la Junta de Gobierno, la Comisión de Urbanismo y el Pleno. El plan de ampliación contemplará además recintos para las confesiones judía y musulmana, y un espacio para enterramiento de mascotas.

El Ayuntamiento, además, ha mejorado el sistema de cámaras de vigilancia con sistema de grabación en disco duro y recopilación de datos e imágenes, y lo ha extendido hasta la puerta oeste, que está a más de un kilómetro de la entrada principal, para evitar el vandalismo y ritos satánicos como los denunciados el año pasado por trabajadores del recinto a la Policía.

También se amplía el módulo de gestión de cámaras, se han rehabilitado las cubiertas y paredes en las fases más antiguas de nichos, se van a modernizar las oficinas de atención al usuario y se han asfaltado las calles Santa Ana, San Pascual, San Juan, San Pelayo, San Alfonso y San Isidro.