Sólo una treintena de colegios públicos entre los 380 que tiene la provincia de Alicante se resisten a implantar la jornada continua escolar, frente a la decidida apuesta del resto de centros que hasta en un 90% quieren ya para el curso que viene el nuevo horario.

Los colegios que no la han implantado este curso, ni la piden para el que viene, coinciden en estar situados en pequeñas localidades o bien en las partidas de las ciudades más grandes, así como en centros Caes de alumnos con menos recursos económicos y dificultades sociales.

Las familias que escolarizan a sus hijos en estos pequeños colegios llevan «otro ritmo de vida», como valoran representantes docentes y de los directores de Primaria. Sin transporte escolar, se muestran más apegados a las tradiciones, explican para dar a entender que, de otro modo, se sumarían al nuevo horario escolar.

La propia directora territorial de Educación en Alicante, Tudi Torró, ha hecho saber a los portavoces de los directores de los colegios que si la dirección general de Política Educativa aprueba la totalidad de los proyectos recién presentados que piden el cambio de horario, la jornada continua quedará implantada prácticamente al 99% el curso que viene.

«El proceso ha sido imparable, y si las familias lo votan es porque lo quieren así. No conozco ninguna otra votación tan garantista que exija un 55% de los votos afirmativos de todos los censados, y no sólo de los que votan», apunta Ginés Pérez, portavoz de los directores de colegios de la provincia.

Pérez subraya que tras un primer curso con la nueva jornada escolar en su centro «hemos comprobado que los alumnos están mucho más descansados y atentos desde las 12:30 a las 14:00 en las últimas horas de clase, que de lo que estaban antes desde las 15:00 a las 16:30 horas».

Beneficios

Los padres apuntan por su parte, entre las ventajas de la jornada continua, la posibilidad de elegir entre tres opciones para recoger a los niños: a las 14:00 horas cuando acaba el periodo lectivo, a las 15:30 horas si dejan a los niños en el comedor; o a las 17:00 horas, como antes si se quedan a hacer extraescolares. «La atención de los monitores mejora porque la ratio en el comedor disminuye ligeramente», afirman.

Los directores de Primaria se reunieron ayer mismo con el director general de Política Educativa, Jaume Fullana, quien insistió en que la jornada continua mantiene el contrato de los monitores durante tres horas: en la jornada partida de 12:00 a 15:00 h. y en la contina de 14:00 a 17:00 h., por lo que no se permite que haya actividades extraescolares de pago pese a la insistencia de las AMPA.

También advierten desde Educación que la aprobación de los proyectos de jornada continua corresponde al director general y no a la inspección, cuyas indicaciones son «únicamente orientativas». Al respecto, los directores de Alicante se ofrecen a los de Valencia para que sigan su ejemplo y tener éxito, dado que esta vez sí se han decidido a solicitar la jornada continua también de forma abrumadora en Valencia y Castellón, frente al año pasado en que la práctica totalidad de las peticiones partieron de Alicante.

Modelo

Por su parte, el sindicato Anpe que lideró desde un inicio el cambio de jornada escolar, apuesta ahora porque Educación considere la jornada continua como un modelo más y sin más tiempo para evaluaciones, como precisa el presidente autonómico, Laureano Bárcena.

«En el siglo XXI los horarios de los centros, de los padres y de los docentes no tienen por qué coincidir -explica-. Las clases acaban a las 14:00 horas para todos, pero el profesorado tiene su horario de formación y atención a los padres algunas tardes, y los colegios debieran poder abrir hasta incluso las 10 de la noche, para aprovechar más las instalaciones».