Casi cincuenta años después de su inauguración, y tras una inversión superior a los 600 millones de euros hace cinco años para ampliar el aeropuerto provincial, en definitiva la construcción de un aeródromo nuevo, el Ministerio de Fomento, el anterior y, me temo, que el de ahora, sigue teniendo en su lista de deberes dotar a la quinta terminal de España de una buena conexión con el resto de la provincia. Y no ya por los doce millones de pasajeros, la mayoría turistas, que habrán pasado por las instalaciones cuando nos comamos las uvas el próximo 31 de diciembre. Hay un dato que pasa desapercibido pero no se puede olvidar, y es el hecho de que el aeropuerto de Alicante-Elche renueva año tras año su condición de primera «empresa» de la provincia, ya que de su actividad depende el sustento de cerca de seis mil trabajadores, con mejores o peores contratos (algunos sonrojan), pero contratos al fin y al cabo, que les permiten contar con su sueldo a final de mes. Empleados abandonados a su suerte a la hora de acceder a la terminal dado el escaso transporte público (un autobús urbano para pasajeros y trabajadores), y la falta del prometido ferrocarril, pese a que el tren de cercanías Alicante-Elche-Murcia circule casi desde que se inauguró la terminal en 1967 a menos de un kilómetro de las pistas y, pásmense, desde 2011 debajo de la terminal existe un hueco para la construcción de la prometida estación.
Estos días hemos vuelto a escuchar las bondades de la Costa Blanca como destino turístico tras los excelentes resultados de la Feria de Londres y de cara a 2017 hay, incluso, empresarios que necesitarían hasta contar con más hoteles para acoger la avalancha de peticiones de los turistas del Reino Unido, a los que el fenómeno «Brexit» no les ha afectado para nada en su decisión de pasar las vacaciones en la Costa Blanca.
Cuando empezamos ya a enfilar la recta final hacia la bodas de oro del aeropuerto, a más de uno de nuestros padres de la patria se le tendría que caer la cara de vergüenza al escuchar que se tarda casi tanto en llegar desde El Altet a Benidorm, que desde Liverpool o Munich al aeropuerto. Y, en ocasiones, el vuelo puede salir hasta más barato.
