La red de cercanías que conecta la provincia de Alicante con la capital murciana es la novena que más usuarios registra en todo el territorio nacional. Los últimos datos revelan que la línea fue utilizada por 3.859.000 pasajeros en tan sólo un año, lo que generó unos ingresos de más de 7,3 millones de euros. Aunque es una de las conexiones ferroviarias más utilizadas de España, el trayecto se sigue realizando con locomotoras que datan del año 1982.

La falta de inversión para mejorar el servicio y la comodidad de cara al usuario es un hecho que sorprende a los viajeros que atraviesan la Vega Baja y ven que el Ministerio de Fomento ha destinado decenas de millones de euros para llevar la alta velocidad hasta Murcia. Para muchos es incomprensible que se acometan esas obras mientras se olvidan de la línea de cercanías, que es, en definitiva, la que miles de personas utilizan cada día para desplazarse desde sus municipios hasta sus lugares de trabajo o universidades.

El último informe sobre el número de pasajeros de la línea Alicante-Murcia y los ingresos que genera data de 2014 y ha sido publicado recientemente en un análisis elaborado por el Ministerio de Fomento a través del Observatorio del Ferrocarril en España.

El documento refleja que la red de corta distancia que más usuarios registra es la de Madrid, seguida de Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga, Sevilla, San Sebastián, Asturias y, en noveno lugar, Alicante. El número de viajeros de esta última provincia descendió en casi 300.000 con respecto al año anterior, pero los ingresos que generó se incrementaron en un 1,5%.

Aunque no es posible conocer la causa exacta de esa bajada en el número de usuarios, es una realidad que la línea de cercanías presenta una imagen obsoleta, con una vía única, sin electrificar y automotores diesel que generan ruidos y vibraciones en los vagones. Se trata de trenes que discurren por vías de ancho ibérico.

Nuevo trazado

En algunos puntos de la Vega Baja los cercanías ya están circulando por el nuevo trazado habilitado para que el AVE llegue hasta Murcia. Pero el AVE precisa de vías de ancho europeo. Este hecho implica que una vez que se termine la obra de la alta velocidad y antes de que comiencen a circular los trenes, habrá que cambiar las vías para adaptarlas. Y eso conlleva que los trenes de cercanías que operan en la actualidad no podrán deslizarse sobre las vías de ancho europeo.

Por lo tanto, todo apunta a que Fomento deberá invertir en sustituir las locomotoras que cuentan con 34 años, lo que podría motivar que, por fin, llegue la modernización a la línea de cercanías, al menos desde Albatera y durante el tramo que discurre hasta Murcia.

¿Y qué pasará entonces con el trazado que va desde Crevillent hasta Alicante? Eso es algo que también que tendrá que dilucidar Fomento. Por ese tramo no circularán trenes de alta velocidad, pues al pasar la Vega Baja se bifurcarán para encaminarse hacia Madrid.

El tramo restante hasta la capital alicantina cuenta con ancho ibérico, por lo que o se cambian también estas vías para adaptar toda la línea al ancho europeo, o la otra posibilidad es que los viajeros tengan que realizar un trasbordo durante el recorrido para cambiar de tren, manteniendo así dos tipos de ancho de vía entre Alicante y Murcia.