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Expertos alertan de la presencia de una planta venenosa junto a colegios

Esta especie autóctona, habitual en las medianas de las autovías, provoca problemas por la ingesta o el contacto

Expertos alertan de la presencia de una planta venenosa junto a colegios

La adelfa («Nerium oleander»), una planta muy tóxica y venenosa, supone un grave peligro al alcance de los menores. Y es que esta especie, habitual en las medianas de las autovías y en los márgenes de las carreteras, adorna parques infantiles de la ciudad de Alicante, situados además en las inmediaciones de centros escolares. Uno de los casos más llamativos se da en la zona de playas de Alicante; en concreto, en el entorno del colegio La Albufereta. Frente a sus instalaciones, a apenas 200 metros de distancia, se encuentra un frecuentado parque infantil, en la esquina entre la calle Zeus y el Camino Colonia Romana. Allí, cada tarde, decenas de niños disfrutan de unos minutos de ocio tras cumplir con las clases. Eso sí, lo hacen en un espacio rodeado por una planta que puede provocar desde vómitos, diarreas, urticaria, visión borrosa a, en casos más graves, incluso alteraciones cardiacas. «La adelfa es una planta muy tóxica y venenosa, que antiguamente se usaba como matarratas», asegura la vicedecana del Grado de Ciencias Ambientales de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Juana Botia, quien sostiene que «el mejor sitio» para esta planta no es el entorno de un colegio.

Su mejor lugar tampoco es, por extensión, un parque infantil. La adelfa también se encuentra en otros puntos de la ciudad, como el entorno de los columpios ubicados frente al Centro Cultural «Las Cigarreras». Desde la Estación Biológica «Torretes», dependiente de la Universidad de Alicante y del Ayuntamiento de Ibi, recomiendan la creación de un «listado de plantas aceptadas y otras prohibidas» para que la administración elija, entre ellas, las plantas para adornar zonas frecuentadas por menores. El investigación del centro Segundo Ríos subraya que plantar las adelfas -una especie nativa que se cultiva como ornamental en todo el Mediterráneo desde al menos la época romana- en el entorno de colegios es un «riesgo innecesario».

La adelfa fue plantada hace un año por el Ayuntamiento de Alicante en las escalinatas del Jorge Juan, que comunican la avenida General Marvá y el monte Tossal, en una intervención para poner en valor un espacio que ahora cuenta, además de con adelfas, con lentiscos, cipreses, moreras, robles australianos, palmeras datileras...

Desde el área de Botánica de la Universidad Miguel Hernández, la profesora Pilar Torres apuesta por sustituir las adelfas situadas en lugares frecuentados por menores por otras plantas, «igualmente baratas y con una floración tan bonita o más», que pueden usarse como alternativas a esta especie, para evitar así su toxicidad.

Los problemas con las adelfas surgen, sobre todo, por la ingesta de sus pétalos, aunque también puede producirse por el simple contacto. Y los síntomas, según los expertos, pueden ser desde visión borrosa o mareos, hasta náuseas, salpullidos o, en casos más graves, alteraciones cardiacas.

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