La elección de Alicante como puerto-base por la naviera Pullmantur el próximo otoño ha tenido un efecto multiplicador para este subsector turístico del que se benefician otros municipios de la Costa Blanca (excursiones), al tener cerradas ya el Puerto un total de 60 escalas con lo se superarán los cien mil turistas, un 25% más que el año pasado, que ya fue bueno, según los datos que manejan la Autoridad Portuaria de Alicante y el Ayuntamiento.
El pasado 2015 se cerró con 50 cruceros y 83.000 visitantes por lo que los expertos ratifican que Alicante ha recuperado este mercado, que casi se había perdido en los peores años de la crisis económica. El Puerto sólo ha superado una vez en su historia los cien mil pasajeros de cruceros. Fue en 2011, cuando la estación marítima atendió a 57 barcos. Este año hay cerradas 60 escalas, por lo que los números más optimistas hablan de una cifra final cercana a los 110.000 cruceristas. La empresa Alicante Terminal se ha marcado como objetivo de futuro que el puerto llegue a las 70 escalas al año y un movimiento de 250.000 pasajeros.
El puerto consiguió remontar el año pasado la crisis del turismo de cruceros al atender a 50 barcos, lo que supuso un crecimiento del 128%, datos que le permitieron escalar dos posiciones en el ranking nacional y situarse en décima posición en tráfico de cruceros, lejos aún de iconos como Barcelona, Las Palmas o Málaga. Valencia y Cartagena también siguen por delante de Alicante. Alicante ha tenido en los últimos diez años un máximo de 71 escalas (2007) y 108.435 pasajeros (2011), y un mínimo de 28 escalas (2013) y 34.583 pasajeros (2014). El año pasado también tuvo un impacto positivo la reducción de las tarifas de atraque, que es lo que, entre otras razones, ha animado a Pullmantur a trasladar a Alicante su barco Zenith.
La terminal cuenta con una superficie de 5.400 m2 distribuidos en dos plantas en el muelle 14. La línea de atraque tiene 970 metros de longitud, 60 metros de ancho, 11 metros de calado, y 1,7 metros de altura, y dispone de un finger (similar a las pasarelas de los aeropuertos) para embarcar y desembarcar pasajeros cuyo alcance abarca la longitud de la terminal.
La empresa que tiene la concesión tenía que acometer también, según la concesión que logró de la Autoridad Portuaria de Alicante, la remodelación con la construcción de un parking de 500 plazas, un restaurante, un salón de descanso para los pasajeros con wifi, y una zona de tiendas libres de impuestos. Los primeros diez mil metros cuadrados de aparcamiento público están disponibles desde finales del pasado diciembre, una infraestructura clave para que puedan acceder autobuses, taxis y vehículos privados de los pasajeros que embarquen y desembarquen en Alicante.
La buena coyuntura del turismo de cruceros coincide, por otro lado, con un momento de relanzamiento para el sector turístico de la ciudad de Alicante, que cerró el primer trimestre del año con una ocupación media del 73%, un 6,45% más que la media histórica en ese periodo. Este año se esperan 3 millones de pernoctaciones hoteleras y más de 100.000 cruceristas, un mercado que crecerá un 25%. Los otros dos «motores» que tiran de la ocupación hotelera de la ciudad son los congresos y los viajes de trabajo, así como el turismo de fin de semana, sobre todo por los extranjeros que se benefician de la buena programación de las compañías de bajo coste en el aeropuerto.
