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El Hospital General implanta una técnica que reduce hasta en un 50% los daños tras un ictus grave

Con este tratamiento pionero se accede mediante un catéter al cerebro y se absorbe el trombo

El tratamiento endovascular se aplica en el servicio de Neurorradiología del Hospital General de Alicante. Isabel RAMÓn

El Hospital General de Alicante ha comenzado a aplicar una pionera técnica para el tratamiento del ictus grave que ha demostrado reducir hasta en un 50% las secuelas de esta patología. El centro alicantino es el tercero de la Comunidad que incorpora esta técnica -hay dos más en Valencia-, aunque es el único hospital que la aplica las 24 horas del día a pacientes de toda la provincia.

Se trata de un tratamiento endovascular. «Introducimos un catéter en el paciente y a través del sistema circulatorio llegamos a la zona de la cabeza en la que está la obstrucción y la absorbemos», explica el neurólogo Nicolás López, responsable de la Unidad de Ictus del Hospital General. Debido a la alta complejidad de esta intervención, que debe hacerse en el servicio de Neurorradiología, no todos los pacientes son idóneos. «Está indicado para aquellas personas a las que el ictus les provoca la oclusión de un gran vaso cerebral». Se trata por tanto de los casos más graves y los que más secuelas dejan en quienes los sufren. «La posibilidad con estos pacientes de tener éxito empleando los tratamientos farmacológicos habituales son bajas, por tanto se abre un nuevo escenario bastante satisfactorio», señala este médico del servicio de Neurología, que dirige Carmina Díaz.

También el tiempo es un factor a tener en cuenta. «Para aplicarlo no pueden haber pasado más de 6 horas desde el inicio del ictus. De lo contrario no es efectivo». Actualmente, recuerda Nicolás López, «el ictus supone la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres, además de ser la primera causa de discapacidad en adultos». Por tanto, añade, «estamos hablando de un problema sociosanitario de primer nivel».

Para poner en marcha este nuevo tratamiento ha sido necesaria la implicación de muchos servicios. «Neurólogos, neurorradiólogos, anestesistas, médicos de urgencia, enfermeros, el SAMU... se trata de una cadena de muchos eslabones, en la que ninguno es más importante que el otro». Este tratamiento se suma a otros que aplica el centro sanitario para el abordaje del ictus. En este sentido, en 2011 la Conselleria de Sanidad puso en marcha el denominado «código ictus» con el objetivo de acortar al máximo los tiempos tras un accidente cerebrovascular. El SAMU es el encargado de activar este código cuando acude a una urgencia y diagnostica un ictus. Dependiendo de la localidad, el paciente es trasladado al Hospital General de Alicante o al de Elche para recibir el tratamiento más adecuado.

Los tiempos son esenciales, ya que para el tratamiento con medicación por vía intravenosa no deben pasar más de 4,5 horas desde el inicio del ictus y 6 en el caso del endovascular.

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