El puerto de Alicante recuperará hoy la conexión ferroviaria con el centro de España que perdió hace tres años con la llegada a la terminal del muelle 23 de un tren de mercancías de 500 metros procedente de la terminal de carga de Abroñigal (Madrid) cargado de contenedores con destino a Canarias. El tren partirá de nuevo el sábado hacia Madrid en lo que representa el arranque de una línea de mercancías con una frecuencia semanal. El último convoy con contenedores que utilizó la terminal portuaria lo hizo hace cinco años, en los tiempos de Miguel Campoy como presidente. En la etapa de José Joaquín Ripoll la conexión ferroviaria se cerró por las obras del AVE y ahora vuelve a funcionar aunque con ancho ibérico, ya que de momento no está previsto el enlace en ancho AVE con el Corredor Mediterráneo.
A Canarias se envía vino, licores, frutas y verduras, conservas, cereales, tabaco y cemento para la el sector de la construcción. Tres compañías operan semanalmente con la islas (Boluda, JSV y Arcas).
La falta de conexión ferroviaria ha sido una de las claves que explican, junto a la crisis de la construcción, la caída del movimiento de mercancías en el puerto de Alicante en los últimos años.
En este sentido, la consellera de Vivienda y Transportes, María José Salvador, reclamó ayer en las Cortes que el Ministerio de Fomento recupere el proyecto original del Corredor Mediterráneo para el trasporte de mercancías, con alta velocidad y ancho europeorecupere el proyecto original del Corredor Mediterráneo , que elimine los cuellos de botella existentes y los problemas de saturación en los tramos de Vandellós-Tarragona, Castellón-Valencia, el Eje Pasante de Valencia, Valencia-La Encina y Alicante-Elche-Murcia, Además, el y que conecte de manera adecuada los puertos valencianos con la red española». En definitiva, lo que quiere el nuevo gobierno valenciano, según la consellera, es un corredor que permita que una persona pueda ir de Castellón a Alicante en 90 minutos y de Valencia a Alicante en una hora, mejorar las frecuencias y la calidad del servicio para el transporte de personas y que de una vez por todas sea posible «un transporte ferroviario de mercancías, ahora prácticamente inexistente, desde nuestros puertos y centros industriales y logísticos al centro del continente».
