El cultivo del almendro está remontando en los últimos meses en la provincia después de haber perdido un 11% de su superficie en sólo cuatro años. Así lo señalan desde el sindicato agrario La Unió, a la vista de los últimos datos sobre extensión y rendimiento de cultivos, que muestran cómo entre 2010 y 2014 se han perdido 3.136 hectáreas, la mitad de ellas en el último periodo interanual. Sin embargo, en lo que llevamos de 2015 se ha observado una notable mejoría de la situación, lo que hace augurar a las organizaciones agrarias que estos árboles recuperen terreno.
Los almendrales ocupaban en 2010 una superficie de 27.876 hectáreas en la provincia. No obstante, la existencia de otras 4.385 de campos abandonados, donde el árbol crece de manera silvestre, dejaba ver en cierta medida la situación de este sector. Cuatro años después, las hectáreas de almendro abandonado habían aumentado a 4.795; sin embargo, lo verdaderamente significativo -y preocupante- era la reducción de los terrenos cultivados, que se situaban en 24.740 hectáreas.
Estos datos inciden en la decadencia de uno de los cultivos seculares de la provincia por excelencia, asociado a un producto tan emblemático como el turrón, pero marcado como pocos otros por el abandono. La pérdida de rentabilidad de la almendra por los bajos precios -no acompañados de unos menores costes de producción- y la escasa extensión de las fincas, junto con los vaivenes producidos por las sequías y las heladas y el progresivo y cada vez más acusado envejecimiento del sector, han llevado a una disminución muy importante y continuada de la superficie cultivada. Al ser tan malos los datos de 2014, puede parecer que la situación tiene difícil reversión. Sin embargo, desde el sindicato La Unió se muestran muy optimistas por varios acontecimientos acaecidos en el sector en los últimos meses.
El responsable sectorial de Almendro en la provincia de Alicante de La Unió, Juan Pastor, destaca que «desde el año pasado ha mejorado» de manera notable el contexto, ya que «se está plantando mucho más» este cultivo. Según explica, se han conjugado dos factores para que se produzca el cambio. Por una parte, la subida de precios de la almendra, que prácticamente se ha duplicado hasta alcanzar, señala, unos 8 euros el kilo. Y por otra, la introducción de nuevas variedades de almendro, de floración más tardía y que, por esa razón, tienen menos probabilidades de verse afectadas por las heladas, aunque además son más resistentes a ellas.
Pastor explica que estas variedades se han traído de zonas interiores de Tarragona y Murcia, y que su adaptación aquí ha permitido también ampliar las zonas dedicadas al almendro. Así, ha podido implantar este cultivo en puntos situados a mayor altitud o más expuestos a temperaturas bajas. El Vinalopó Medio, la Foia de Castalla, El Comtat y puntos concretos del norte de l'Alacantí son las áreas de la provincia donde hasta ahora ha sido más habitual.
El responsable provincial de La Unió hace hincapié en el optimismo del sector ante la nueva coyuntura, aunque «el tiempo dirá si esto es un cambio consolidado» o sólo una mejora puntual. Pastor agrega que también ha influido en el repunte del almendro cierto estancamiento en el cultivo del viñedo, así como su mayor vulnerabilidad ante la escasez de agua. Según los datos del Ministerio de Agricultura, entre 2013 y 2014 se perdieron 700 hectáreas de viñedo de transformación, siendo la superficie actual de 8.372 hectáreas. Otras 5.141 se dedican a uva de mesa, con una situación mucho más estable.
