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Alcalde Echávarri, Urbanismo para Pavón y Bellido portavoz

Los tres líderes de la izquierda en Alicante abordan hoy su primer encuentro conjunto para terminar el documento programático y empezar a perfilar un organigrama de gestión

Alcalde Echávarri, Urbanismo para Pavón y Bellido portavoz rafa arjones

Llegó la hora de la verdad. Los tres líderes de la izquierda en Alicante -el socialista Gabriel Echávarri, Miguel Ángel Pavón de Guanyar y Natxo Bellido de Compromís- se verán hoy las caras, por vez primera, en un encuentro conjunto en el que en principio terminarán de concretar un documento con el acuerdo programático que incluye, además, las primeras medidas que tomaría el nuevo gobierno progresista de la ciudad. A partir de ese momento se abrirá la parte más delicada de la negociación: diseñar un organigrama de gobierno para gestionar el «día a día» del consistorio alicantino. Un escollo muy duro si tenemos en cuenta que, a una semana vista de la sesión de investidura, ninguno de los tres ha retirado sus aspiraciones de ostentar la Alcaldía de Alicante.

El resultado electoral refuerza, además, esa pugna. Los ciudadanos lanzaron el mensaje de que rechazaban un gobierno local del PP y lo dejaron en manos de las tres fuerzas de izquierda con una geometría en la que todos se necesitan y, a la vez, son claves. Los socialistas bajan dos ediles pero son los que tienen más votos. Guanyar suma la misma fuerza que el PSPV. Pero, a su vez, ninguno de los dos puede hacer nada sin el concurso de los tres regidores de Compromís. Así las cosas, muchos de los actores de la negociación, en conversaciones informales, coinciden en que, obviamente, uno asuma la Alcaldía pero además parece lógico que los otros dos tengan una posición de relevancia y una visibilidad en la acción de gobierno.

Aunque todavía no se ha bajado al detalle de esa distribución, en principio, los socialistas estarían dispuestos a cambio de obtener la vara de mando para Gabriel Echávarri a que Pavón y Bellido ocuparan sendas vicealcaldías. Más allá de concejalías concretas, sobre la mesa estaría la gestión de una gran área de política económica para generar empleo y estimular la actividad, una segunda vinculada al Urbanismo con los trabajos para elaborar el nuevo PGOU y que podría llevar aparejada una de Atención Urbana y Limpieza y, finalmente, otra que agruparía a todos los departamentos ligados a la atención de la emergencia social en la capital alicantina. La Alcaldía para Echávarri, por ejemplo, podría facilitar, aunque todo está pendiente del curso de las negociaciones, que Miguel Ángel Pavón ocupara una de las vicealcaldías y además el control del Urbanismo y otros servicios. Sería simbólico para abrir esta nueva etapa que Pavón, sin duda el concejal más combativo contra la gestión de Sonia Castedo y el empresario Enrique Ortiz, pudiera asumir la labor de impulsar el nuevo planeamiento urbanístico, que conoce casi al dedillo. Es un documento clave para evidenciar el alejamiento del imputado Ortiz de los aledaños del Ayuntamiento de Alicante.

Guanyar, en todo caso, insiste en su postura de ostentar el control de la Alcaldía. Es cierto, sin embargo, que Miguel Ángel Pavón ha pasado de pedirla hasta 2019 a poner sobre la mesa la rotación con dos años para los socialistas y la otra mitad para Guanyar. En la provincia, durante el mandato que ahora termina, hay experiencias de «turno» en Aspe y Pedreguer con participación de los socialistas junto con EU y, en el segundo caso, con Compromís. Pero también es verdad que nunca se ha abordado ese escenario tan complejo en una ciudad del volumen poblacional de Alicante. Así las cosas, es una decisión que parece, cuanto menos, controvertida y que debe analizarse con detalle.

A Gabriel Echávarri le agradaría controlar desde la Alcaldía el paquete de concejalías de Promoción Económica. Considera que tiene un proyecto solvente en esa matería y defenderá coordinarla junto a otro departamento muy importante para el debate sobre la instalación de Ikea como es la relación con el Comercio. A Natxo Bellido, junto a otra de las vicealcaldías, se le daría visibilidad con la portavocía del gobierno municipal y, quizá, concejalías ligadas al Bienestar Social. Bellido, sin embargo, quiere una mayor cuota de participación en la gestión del gobierno y, al menos, compartir alguna de las regidorías vinculadas a la actividad económica de Alicante como, por ejemplo, Turismo. Para Fiestas, un departamento clave en tanto que las Hogueras están a la vuelta de la esquina, en principio, no parece que vaya a estar unida a la Alcaldía. La idea que se podría lanzar es la de la creación de un órgano o consejo autónomo para coordinar la acción municipal y la de los colectivos festeros. Para eso no queda tiempo. La izquierda deberá elegir de inmediato un edil para ejercer en las inminentes fiestas de San Juan la representación institucional, algo que a día de hoy no está ni siquiera definido.

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