Tres años clamando por unas grietas que han ido a más, curso a curso, y en cuanto en el colegio Nuevo San Gabriel han adoptado una medida de fuerza, como es el cierre del gimnasio por la seguridad de los alumnos, como publicó ayer este diario, desde Educación se ha dado a conocer un proyecto de reparación de las grietas que data de hace ya nueve meses.
El colegio se construyó hace seis años, por lo que no ha expirado el seguro decenal correspondiente y desde la conselleria no descartan reclamar el arreglo de los desperfectos a la empresa puesto que «no es cuestión de mantenimiento sino de defecto de obra». El proyecto firmado por un ingeniero requiere, según exigen desde Educación, la firma de un arquitecto «porque es una obra que afecta a la estructura del edificio». A la falta de esa firma achacan el retraso de la reparación de unas grietas que mantienen a 515 escolares sin gimnasio y con clases de Educación Física en el patio «sólo cuando pueden, porque hoy que llueve, por ejemplo, no puede ser», como indicaron desde el centro ayer.
Educación asegura disponer de un presupuesto de 150.000 euros para la reparación de las grietas, una obra que exige reforzar los cimientos y para lo que se prevé un plazo máximo de dos meses, aunque el gimnasio deberá seguir cerrado hasta que se acabe el trámite de adjudicación y la obra.
Para agilizar la disposición de la firma que falta y evitar el retraso de elaborar un nuevo proyecto, el concejal de Educación, Antonio Ardid, ha ofrecido la profesionalidad de uno de los arquitectos municipales, aunque sigue haciendo falta la supervisión de los técnicos de la conselleria en Valencia, según indicaron. El Síndic de Greugues, por su parte, ha abierto una queja de oficio para que se arreglen las grietas.
