Los comerciantes más proclives a la instalación de Ikea y su macrocentro comercial en Rabasa se muestran dispuestos a apoyar una reducción de la superficie comercial sin con ello logran alcanzar un consenso con los más críticos y con la multinacional para que el proyecto salga adelante. Así lo aseguró ayer la presidenta de la Federación de Comerciantes y Empresarios Fecoema, María Ángeles Cinos, tras reunirse con el alcalde de Alicante, Miguel Valor, quien, como ya avanzó este diario, se muestra proclive a negociar con todos los colectivos comerciales y con Ikea para tratar de alcanzar un consenso en torno al polémico macrocentro comercial, sin descartar la posibilidad de apoyar una reducción de su superficie comercial.

Desde el Colectivo de Comerciantes por Alicante que se opone al complejo que lleva aparejado Ikea no se cierran a negociar, pero aseguran que no quieren un macrocentro comercial, que solo aceptarán una superficie «coherente» para la ciudad y que plantearán que se acepten otros usos en el suelo comercial, como la instalación de empresas de base tecnológica.

Aunque el alcalde incide en que antes de tomar una decisión sobre las posibles alegaciones a plantear al proyecto que el Consell tramita como Actuación Territorial Estratégica tiene que escuchar a todas las partes en la reunión de ayer ya se planteó la posibilidad de que en esas negociaciones se hable una redefinición de los usos o de la superficie comercial, como aseguran desde Fecoema.

Al respecto, Cinos explicó que «hemos coincidido en que sería demencial para Alicante que Ikea se fuera», por lo que aseguró que las negociaciones para tratar de llegar a un consenso entre los diferentes colectivos se centrarán en «si se puede reducir (el macrocentro) o ver lo que va ahí». Al respecto, agregó que están a la espera de que el proyecto salga a exposición pública para conocer al detalle los usos de la superficie de suelo comercial en la que, como avanzó este diario, podría implantarse un hipermercado, todo tipo de comercios así como hoteles o cines. Cinos se ratificó en que su agrupación apoya la llegada de Ikea, «venga como venga», pero se mostró predispuesta a presentar alegaciones para pedir al Consell una reducción de la superficie comercial si con ello se alcanza un consenso con todos los comerciantes, siempre que se cuente con el visto bueno de la multinacional. Desde Fecoema aseguraron que «iremos de la mano» con el Ayuntamiento en la presentación de alegaciones. «Los comerciantes tenemos que estar unidos y si tenemos que dar un paso atrás, se da, pero no podemos permitir que Ikea se vaya».

Por su parte Valor confirmó que tratará de alcanzar un acuerdo con los diferentes colectivos de comerciantes y que cuando se reúna el viernes con Corazón de Alicante miembro del Colectivo de Comerciantes por Alicante que apoya Ikea pero no el macrocentro comercial anexo para poder presentar alguna alegación conjunta. En cuanto a la posibilidad de que ese consenso pase por pedir una reducción de la superficie comercial, Valor incidió en que la última palabra la tendrá el Consell, que tramita el proyecto. Igualmente apuntó que la semana que viene tiene previsto cerrar una reunión con Ikea «para tratar de consensuar cosas» y «a lo mejor no hace falta ni alegación».

El presidente de Corazón de Alicante, Vicente Armengol, aseguró que están abiertos a negociar, pero advierten que «tenemos muy claro que no queremos un macrocentro comercial». Esa es la postura también del Colectivo de Comerciantes por Alicante, cuyo presidente, Domingo Martínez, añade que no están dispuesto a aceptar una mínima reducción del macrocentro comercial. Martínez afirmó que están dispuestos a escuchar la propuesta del alcalde y que «ojalá llegásemos a un acuerdo, que pasaría por que la superficie comercial fuera coherente y asumible por la ciudad». «No vamos a descartar nada de antemano, pero no negociaré mi velatorio», dijo aludiendo al impacto que, según afirma, tendría una superficie comercial de esas dimensiones sobre el comercio tradicional. «Se pueden instalar otras cosas que no sean comercio, por ejemplo relacionadas con la investigación y el desarrollo», apuntilló.

Por su parte, Compromís exige iniciar una nueva negociación transparente con Ikea y un informe de su impacto comercial.