El arquitecto que dirigió la rehabilitación del Teatro Principal de Alicante a finales de los ochenta, Alfonso Navarro, lamenta que el Ayuntamiento de Alicante no le haya consultado ni antes ni después de la ejecución de las obras del bar que Urbanismo paralizó hace tres semanas tras constatar, a raíz de denuncias ciudadanas, que no se ajustan a la licencia que se concedió y que afectan a la fachada del edificio catalogado con protección integral.
«Cualquier intervención en el Teatro Principal debería haberse analizado en una comisión y me podrían haber preguntado para que les dijera lo que se puede o no hacer», sostiene. Navarro añade que, una vez paralizadas las obras, «el Ayuntamiento ni siquiera se ha puesto en contacto conmigo para que pueda verlas y valorar el alcance de lo que se ha hecho».
En su opinión, cualquier intervención que afecte al edificio protegido «debe meditarse y, por su puesto, contar con quienes restauramos el edificio y lo conocemos». Sin embargo, lamenta que, en este caso, no se haya hecho así. «Si quisieran mi criterio, me deberían haber llamado», sostiene. Navarro añade que «el Ayuntamiento, con su voracidad por ingresar dinero con los espacios públicos, ha metido la pata».
Al respecto, recuerda que las obras paralizadas «están cerradas a cal y canto», con mallas opacas que impiden observar lo que se ha hecho. «Al no haber podido verlo, no puedo tener elementos de juicio sobre lo que se ha hecho», incide al ser preguntado sobre la posibilidad de que se hayan causado daños irreparables. Sin embargo, insiste en que «por el momento, el Ayuntamiento sigue sin ponerse en contacto conmigo para que lo vea». En cualquier caso, mantiene su disposición a «colaborar y dar sugerencias».
Mientras, desde la Concejalía de Urbanismo mantienen abierto el expediente sancionador a los responsables de las obras y les han ordenado a retirar los elementos que afectan a la fachada, como un cerramiento. Desde Urbanismo añaden que los responsables presentarán un proyecto para ajustar las obras a la legalidad.
