Otra discriminación más. El Gobierno de Mariano Rajoy relegó el pasado año a la provincia al puesto 26 de toda España en inversiones para el mantenimiento de carreteras. Pese a que Alicante es la quinta demarcación nacional en población y una de las que más turistas recibe por vía terrestre, el Ejecutivo central apenas destinó 12,7 millones en 2013 para la conservación y mejora de viales. Una miseria. Por lo menos, si se compara con los fondos que recibieron otras provincias.
El propio Gobierno central ha sido el encargado de sacar a la luz estos datos. El Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes ha remitido una respuesta parlamentaria al diputado socialista Miguel Ángel Heredia en la que explicita las obligaciones reconocidas (el dinero gastado y ya comprometido) para el mantenimiento de carreteras de titularidad estatal en las distintas provincias y comunidades españolas. Y Alicante aparece en el puesto 26, tal y como se puede apreciar en el cuadro anexo. Por delante figuran regiones con mucha menos población y movimiento en sus vías, como Badajoz, Cuenca, León, Lugo, Pontevedra, Zamora, Toledo o Soria, entre otras.
Los datos de siniestralidad vial de la pasada Semana Santa ya dejaron entrever que las carreteras alicantinas, independientemente de qué administración ostente su titularidad, necesitan una mejor conservación. Entre el 8 y el 21 de abril, cuatro personas perdieron la vida en dos accidentes en Torrevieja y Elche. Ambos, por cierto, en tramos considerados peligrosos. Ya fuera del periodo de Semana Santa, las carreteras se cobraron otra víctima: la de un motorista accidentado en Castalla.
La escasez de inversiones para mantenimiento de vías no es el único pero que la provincia puede ponerle al Gobierno. En los Presupuestos Generales del Estado para este año, el Ejecutivo de Rajoy tampoco ha sido especialmente generoso con Alicante. El proyecto para mejorar los accesos al Aeropuerto de Alicante-Elche apenas recibirá 100.000 euros; para la variante de Benissa sólo se han consignado 200.000 euros pese a que Alberto Fabra se comprometió a que Fomento la acometería este año; la duplicación de la variante de Benidorm dispondrá de 100.000 euros; el desdoble de la de Altea se queda únicamente con 5.000 euros; mientras que la Ronda Sur de Elche contará con una asignación de 8,5 millones. La principal «alegría» son los 12,7 millones que inyectará Fomento para modernizar el tramo de la A-31 (autovía de Madrid) entre Alicante y Bonete. Ese proyecto se presupuestó en 2008 en 213 millones de euros, desapareció de las cuentas estatales durante los cinco años siguientes y ahora «reaparece». Este año y los tres próximos se inyectarán 12,7 millones. El Ejecutivo, sin embargo, no prevé finalizar esta actuación hasta 2026.
La crisis también está afectando de lleno a las inversiones de la Generalitat. La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, ya ha adelantado que su departamento no tiene ni un euro para impulsar nuevas carreteras este año. De los 120 millones que manejará durante este 2014, 105 servirán para pagar deudas y para conservación viaria.
Críticas socialistas
El diputado socialista en el Congreso Gabriel Echávarri denunció ayer la «marginación» del Gobierno. «Lo venimos denunciando presupuesto tras presupuesto. El PP margina a la provincia de Alicante, con el silencio cómplice de Sonia Castedo y compañía. El PP de Alicante no pinta un pimiento en Madrid y eso se nota en la llegada de inversiones a la provincia. Además, muchos de sus dirigentes, como Castedo, están más preocupados de su futuro judicial que de defender los intereses de los alicantinos», censuró.
