­Ocho puntos negros de la red viaria de la provincia dejaron dos fallecidos y 68 heridos a lo largo del año pasado, según el informe sobre las principales cifras de la siniestralidad vial en 2012, elaborado por la Dirección General de Tráfico (DGT). El documento, cuya versión inicial puede consultarse desde hace unos días en la página web del organismo estatal, recoge los lugares donde se produjeron al menos tres accidentes con víctimas, o un gran número de ellas en uno solo o dos siniestros. Los situados en las comarcas alicantinas concentraron un total de 38 accidentes.

Los puntos negros del año 2012 en las carreteras de Alicante se concentran en la mitad norte de la provincia, en la costa y en los alrededores de la capital. Una vía especialmente conflictiva es la N-332, que cuenta con cuatro lugares de gran siniestralidad a lo largo de 25 kilómetros, entre El Campello y las proximidades de Altea. En la Marina Baixa hay dos, ambos en el término municipal de L´Alfàs del Pi. Se encuentran en sendos cruces, uno de acceso al casco urbano alfasino y otro hacia la playa de L´Albir. En ellos, separados entre sí por apenas un kilómetro y medio, se registraron ocho accidentes en conjunto, con el resultado de 11 heridos.

Peores todavía son los datos de los otros dos puntos conflictivos de la N-332, ubicados en el término municipal de El Campello entre esta localidad y La Vila Joiosa. En el kilómetro 129,4 de la carretera, a la altura de Venta Lanuza -en el mismo lugar donde se ubica un toro de Osborne-, fallecieron el año pasado dos personas en diferentes accidentes, uno ocurrido en febrero y el otro en mayo. Se trata de una doble curva muy cerrada, limitada a 60 kilómetros por hora y donde se han instalado señales luminosas para advertir del peligro. Este diario publicó, tras el segundo siniestro, que en ese tramo habían muerto 19 personas en apenas una década.

Unas características muy parecidas -doble curva muy cerrada, limitada a 60 kilómetros por hora- tiene otro lugar situado a sólo un kilómetro en dirección a El Campello, en el que la DGT contabilizó seis accidentes a lo largo de 2012, con un total de 21 heridos. Éste es el punto de mayor concentración de víctimas de toda la provincia. La N-332 ha sido limitada a un máximo de 80 kilómetros por hora entre El Campello y La Vila Joiosa y se han instalado señales luminosas en varias curvas, pero la accidentalidad sigue. El 11 de mayo de este año se produjo un choque frontal en una de estas curvas, en el que seis personas resultaron heridas.

Salidas de vía en rotondas

En los alrededores de Alicante existen dos puntos negros, que sumaron también 21 heridos a lo largo de 2012. Están en dos de las rotondas más transitadas del área metropolitana. Una de ellas es la que da acceso a la Universidad de Alicante, y la otra, de donde arranca la autovía A-77 -nombrada más tarde A-7- hacia Alcoy. Esta última es la de mayor siniestralidad, ya que 13 personas sufrieron lesiones el año pasado en siete accidentes. La mayoría de ellos, por parte de vehículos que han llegado a gran velocidad a la glorieta desde la A-77 y se han salido de la calzada porque no han frenado a tiempo.

Desde la apertura de esta rotonda se han producido numerosos siniestros por esta misma causa. Y, probablemente, también por culpa de la imprudencia, porque el cruce está anunciado ya con un kilómetro de antelación. Antes de llegar hay, además, advertencias luminosas en la calzada y en las señales, y bandas transversales de freno. El lugar también es de los pocos donde no se han apagado las farolas en la política de ahorro energético de los últimos años, algo que refleja también su conflictividad. Sin embargo, no está señalizado como tramo de concentración de accidentes.

El enlace de la CV-70 con la N-332, en Benidorm, y una curva en la carretera que une Dénia y Xàbia por el escarpado litoral -recientemente transferida por el Consell a estos Ayuntamientos- completan el listado de puntos negros. En estos dos se produjeron nueve accidentes en 2012, con 14 heridos.