"Vivimos hoy este día singular en la historia del gran santuario de la Santa Faz de Alicante en un marco histórico único en muchos años por lo que ha vivido y está viviendo la Iglesia a lo largo de estos días, y que culminará mañana -por hoy- con la eucaristía que en la Plaza de San Pedro será celebrada por el Papa Francisco con la que dará inicio a su pontificado. También comienza el Año Jubilar de la Santa Faz, cuyo documento proclamándolo desde la Penitenciaría Apostólica hemos leído al principio, con el cual conmemoramos el milagro que hizo brotar una lágrima de los ojos del rostro de Cristo un 17 de marzo de 1489, viernes de cuaresma, por lo que el año próximo se cumplen 525 años de tal prodigio. Desde entonces, la Santa Faz y con ello este lugar son grandes referentes para los alicantinos y su zona de influencia".

Con estas palabras inició el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, la misa de apertura del Año Jubilar de la Santa Faz, el primero en la historia de esta tradición centenaria, concedido por el Papa Benedicto XVI en una de sus últimas decisiones antes de abandonar el cargo, y que adoptó en respuesta a una petición del obispo emérito, Rafael Palmero, de la comunidad de las Clarisas y del capellán. Por el papel realizado para conceder a los peregrinos de la Santa Faz la indulgencia plenaria (perdón de los pecados), Murgui tuvo palabras de agradecimiento y recuerdo para ellos. "Son los que nos dieron este regalo que ahora otro Papa y otro obispo vamos a poder disfrutar".

Los actos se iniciaron a las 11 horas con una pequeña procesión desde la sacristía del monasterio del cabildo, presidido por Murgui, buscando la entrada principal del monasterio, donde esperaba numeroso público, entre ellos la alcaldesa, Sonia Castedo, junto a los concejales Antonio Ardid y Mariano Postigo, y representantes de colectivos e instituciones. Al llegar, el obispo rezó "Faz Divina de Jesucristo, elegiste quedarte en este lugar sagrado por algún motivo. Paz para los afligidos, haz que vivan en caridad profunda", dijo. A continuación, empujó las puertas de la cancela simbólicamente. "Son las puertas del Señor, los justos entrarán por ella", oró el capellán del templo, José Luis Casanova. Tras la lectura del decreto de proclamación del Año Jubilar, comenzó la misa presidida por la Sagrada Reliquia. El obispo saludó a las autoridades y al público que llenó el templo, "avanzadilla, primicia, de las miles de personas que acudirán a pedir gracia, misericordia, perdón al Señor".

En una misa cantada por el coro de la Federación de Clarisas, el prelado, que llevó el peso de la celebración, destacó la proximidad de la Semana Santa, "que es una invitación a renovar la fe. Así se lo vamos a pedir al Señor, suplicándole que nos conceda un Año Jubilar con abundantes gracias en este especial Año de la Fe. Le suplicamos que nos dé fe, tan necesaria en estos tiempos donde todo se ha vuelto tan relativo, en los que nada es seguro, y en los que no hay grandes valores que empujen a las personas y entusiasmen a los pueblos. La fe es fundamental para vivir, para caminar, porque da esperanza". Así, pidió misericordia y el don de la fe a la Santa Faz "para las personas, las familias y los pueblos en un momento nada fácil".

Con todo, Murgui destacó que estamos en la víspera de una nueva etapa de la vida de la Iglesia, gracias también al nuevo Papa, cuyas primeras horas han sido, dijo, muy significativas. "Es un hombre con cantidad de detalles que denotan un estilo nuevo, sencillo y natural, empezando por el nombre de Francisco que ha elegido. Procede de América Latina, donde la Iglesia es muy sencilla porque no tiene la cobertura de tradición del mundo católico europeo", dijo. También destacó su forma de hablar, "que no es tanto de transcribir documentos solemnísimos como de un pastor diocesano normal, con palabras inteligibles, tratando de llegar a la gente. Estamos viviendo un momento muy bonito, y la gente lo ha captado así".

Al acabar la misa, se despidió de los fieles dando la mano a muchos de ellos y visitó en su clausura a la comunidad de las clarisas.