La crisis ha dejado desde ayer en tierra el único helicóptero medicalizado que funcionaba en la provincia de Alicante. Un servicio que arrancó, de manera pionera en España, en el año 1986 para el rescate de montañeros, la asistencia a accidentados de tráfico y el traslado de enfermos y de neonatos entre hospitales. También para prestar asistencia en situaciones extraordinarias, como en las inundaciones de 1996, cuando la aeronave permitió el rescate de decenas de personas atrapadas en sus casas.

La Diputación provincial ha decidido no renovar el contrato con la empresa propietaria de la aeronave, por el que desembolsaba 1.500.000 euros anuales. A partir de ahora, el servicio será asumido por el 112, dependiente de la Conselleria de Gobernación, por lo que la asistencia en la provincia se hará, por el momento, desplazando helicópteros desde la provincia de Valencia. Trabajadores de este servicio señalaron ayer que con la pérdida del helicóptero medicalizado, "la provincia retrocede años" en el rescate y salvamento, sobre todo de personas que han sufrido accidentes en la montaña.

La aeronave está totalmente equipada para ser lo más parecido a una Unidad de Cuidados Intensivos aérea. "Nuestro trabajo no consistía sólo en rescatar al paciente, también lo estabilizábamos y le administrábamos los primeros tratamientos". En este sentido, fuentes de los trabajadores señalan la inconveniencia de que las asistencias se hagan desde Valencia. "Los tiempos son fundamentales a la hora de trasladar a determinados heridos a los hospitales". Al mismo tiempo califican de incoherente que se esté estudiando la posibilidad de que Alicante cuente con un helicóptero propio en épocas puntuales del año, como verano o Semana Santa, "¿qué ocurre, que la gente sólo sufre accidentes de tráfico en estos meses?", se preguntaba ayer uno de los trabajadores.

Durante el año pasado, el helicóptero participó en alrededor de 115 misiones en la provincia con un total de 89 personas atendidas, según fuentes de la empresa propietaria.

A cada servicio acudían un médico, un enfermero, dos bomberos, un operador de grúa y el piloto.

Una plantilla "formada específicamente para asistir al enfermo en las condiciones más adversas, como puede ser en lo alto de una montaña". A partir del próximo mes de marzo, el personal médico volverá a incorporarse a sus puestos de trabajo habituales, aunque parte de la plantilla que trabajaba en este helicóptero "está barajando la posibilidad de ofrecerse para hacer guardias en Albacete o Ciudad Real, para seguir vinculados a este servicio"