Alcoy registró ayer el quinto derrumbe de una casa en el casco antiguo, al mismo tiempo que tres barrios continuaban sin poder consumir agua por las filtraciones de tierra. Los efectos del temporal siguen cebándose con la ciudad, y más en concreto con el casco antiguo, donde se hundió un nuevo inmueble, esta vez deshabitado y en la zona del Partidor. Mientras tanto, Sanidad mantenía la restricción para beber en Batoy, Santa Rosa y parte del Ensanche entre críticas por falta de información por parte municipal.
La borrasca Gloria está teniendo unas consecuencias nefastas para Alcoy. En medio del pesar por el fallecimiento de una vecina de 75 años el pasado miércoles por el hundimiento de parte de dos casas en la calle San Agustín, ayer se registraba un nuevo derrumbe, en esta ocasión en la calle San Mateo, en plena zona del Partidor. Afortunadamente, el inmueble de tres plantas estaba deshabitado y los escombros cayeron en su mayor parte sobre un solar vallado, por lo que no se tuvieron que lamentar desgracias personales.
Según la información facilitada, se trata de un edificio de propiedad particular que estaba vacío. En este sentido, desde el Ayuntamiento se recuerda a los propietarios la obligación de tener sus viviendas en condiciones, sobre la base además de que desde el año 2000 los dueños de casas de más de 50 años están obligados a pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE) para garantizar su buen estado, lo cual también es deber de los titulares.
Cabe recordar que desde que arrancó el temporal de lluvia y nieve son cinco las casas que han sufrido desplomes. Las dos primeras en las calles Mayor y Casablanca respectivamente, y las otras dos este pasado miércoles en la calle San Agustín, con el resultado de una vecina de 75 años fallecida.
El alcalde, Toni Francés, lamentaba ayer profundamente lo sucedido, insistiendo en que estos dos inmuebles no estaban en ruinas ni constaba expediente alguno en el Ayuntamiento.
Los vecinos de los barrios de Batoy, Santa Rosa y la zona alta del Ensanche, por otro lado, seguían sin poder consumir agua de la red pública a causa de las filtraciones registradas en las captaciones procedentes del pozo de Barxell tras los 290 litros por metro cuadrado recogidos en el temporal.
Aqualia informaba ayer que tras la detección de filtraciones el pasado martes se activó el protocolo exigido por las autoridades sanitarias y se procedió a la limpieza y purga del sistema. Paralelamente se comunicó a los usuarios de estos barrios que el agua de la red pública no era apta para el consumo y que no se debía emplear para bebida ni preparación de alimentos, así como para higiene personal
Posteriormente se procedió a la toma de muestras de las zonas afectadas, comprobándose que la turbidez se encontraba en niveles inferiores a los fijados por la legislación. No obstante, y como medida preventiva, se realizaron análisis microbiológicos. Hasta el momento los parámetros cumplen con la legislación, aunque se está a la espera de los resultados de los últimos análisis. Mientras tanto, y como medida preventiva, el agua mantiene la calificación de no apta para el consumo.
Sea como fuere, estas restricciones han provocado un amplio revuelo, con el PP, Compromís, Podemos y Guanyar, además de la Iniciativa per la Gestió Pública de l'Aigua, criticando la gestión del gobierno municipal. Todos ellos han censurado la «falta de información» a los ciudadanos al limitarse a las redes sociales, así como la falta de soluciones. El PP, en este sentido, plenteaba la habilitación de camiones cisterna. La demanda de agua en los supermercados se ha incrementado de forma notable, con usuarios que en gran parte han coincidido con las deficiencias en la información.
Toni Francés, sin embargo, discrepaba de estas opiniones, señalando que «se ha estado informano puntualmente por las redes sociales y los medios de comunicación, y con carteles en las viviendas afectadas». También descartaba habilitar camiones cuba, bajo la perspectiva de que «el problema se solucionará en breve». El portavoz socialista, Jordi Martínez, acusaba por su parte a algunos partidos de la oposición de «querer sacar rédito político al temporal y hacer un uso carroñero de situaciones que no son atribuibles a la gestión del gobierno».
Altea
En Altea, por los mismos motivos, el Ayuntamiento ha informado, tras una comunicación de Sanidad, de que hasta nuevo aviso el agua no es apta para la bebida y preparado de alimentos en todo el municipio, excepto en las urbanizaciones de la Sierra de Bèrnia, Altea la Vella y fuentes públicas.
