El Ayuntamiento de Alcoy ha redactado un plan estratégico para sacar al barrio de Batoy de su aislamiento. Las medidas para regenerar la zona han sido consensuadas con los vecinos y entre las principales líneas de actuación destaca la creación de un programa de ayudas para la apertura de comercios, y otro para la rehabilitación de viviendas, y la implantación de servicios bancarios.
El barrio de Batoy nació como una colonia de inmigrantes en los años 50, aislado geográficamente y carente de servicios. En los años 60 se crearon en la zona cinco grupos de viviendas de protección oficial con más de 280 viviendas y entre los 70 y los 80 se convirtió en un punto clave de fiesta para jóvenes. La zona residencial está rodeada de suelo industrial y en breve contará con la nueva sede del Instituto Tecnológico Textil (Aitex).
Pese a que desde entonces las condiciones del barrio han mejorado, en los últimos años han ido cerrando prácticamente todos los comercios, quedando solo tres bares, un estanco y una panadería, según denuncia Esperanza Talaván, vecina de la zona.
Esta situación afecta sobre todo a las numerosas personas mayores que viven allí, que no pueden desplazarse a otros barrios a comprar y dependen de familiares.
El mercadillo de los domingos, implantado hace poco más de 12 años, ha supuesto todo un revulsivo, atrayendo a multitud de gente cada semana. «Esto nos permite poder comprar frutas y verduras, pero también nos haría falta una carnicería y un ultramarino», insiste esta vecina.
Rafi Osuna, también vecina del barrio, lamenta que no se aprovechen las infraestructuras que tiene Batoy, como el parque que hay junto al Collao, para programar actividades, y que no se arreglen y se cuiden los parques y jardines. Es precisamente éste último punto en el que coincide Dolores Blanco, residente del grupo de viviendas El Castellar.
Otra queja que se suma «al abandono de zonas ajardinadas», es «la falta de mantenimiento de las calles», pues según explica Julio Martínez, «hay un montón de aceras levantadas por las raíces de los árboles, bordillos desconchados y adoquines sueltos», y, añade, «es un peligro para las personas mayores».
A fin de revitalizar el barrio y sacarlo de su aislamiento, el Ayuntamiento ha redactado un plan estratégico que recoge un total de 21 actuaciones divididas en siete ejes: Batoy participativo, económico, productivo, sostenible, espacio para vivir y convivir, accesible e inclusivo y social.
El documento lo ha desarrollado la empresa Crea 360, cuyos técnicos se han reunido con vecinos, han llevado a cabo talleres y entrevistas y un estudio de campo y documental. La concejala María Baca asegura que lo más importante es que «los vecinos sean el motor de cambio del barrio, esa es la verdadera participación».
Entre las medidas propuestas destaca un programa de ayudas destinado a la apertura de nuevos comercios, otro piloto de servicios que favorezca la permanencia de las personas mayores en sus domicilios y para la adaptación de éstos. Un punto importante, según apunta Baca, es la creación de un Hub de Innovación aprovechando la nueva sede de Aitex en la zona y la presencia del CIP-FP Batoi para crear proyectos conjuntos con el Ayuntamiento, el CEEI, la Cámara de Comercio y otros agentes sociales y económicos.
La implantación de servicios bancarios, ayudas para la rehabilitación de viviendas, la creación de nuevos espacios de encuentro socioculturales y la dinamización de los ya existentes, con actividades y competiciones deportivas son otras de las medidas propuestas, así como la conexión con el polígono Santiago Payá, un estudio sobre el tráfico y un inventario de viviendas vacías para fomentar el alquiler.
Por el momento el Ayuntamiento no ha asignado ninguna partida concreta para llevar a cabo las propuestas, si bien es cierto, explica Baca, que «se acordó que cada áreas se encargue de sus actuaciones».
Dado que el plan se ha finalizado habiendo empezado 2019, la idea es que a partir del 2020 cada departamento empiece a contemplar sus correspondientes medidas en los presupuestos, aunque eso no quiere decir que «este año no se vaya a hacer nada», insiste Baca.
