El número de beneficiarios de Cáritas en Alcoy se ha incrementado un 8% hasta alcanzar los 1.347. Se trata del primer incremento que se registra después de tres años de descensos, en un fenómeno que desde la entidad se atribuye sobre todo a la inmigración, principalmente en lo que respecta a personas llegadas de África. Se constata, por otro lado, una cronificación de la pobreza, de forma especial en el colectivo de los mayores de 55 años.
La memoria anual de Cáritas revela que durante 2018 un total de 1.347 personas fueron atendidas por la entidad en Alcoy, lo que supone un incremento de 100 respecto al ejercicio anterior. Cabe destacar que el 19% del total fueron nuevos beneficiarios.
Se trata del primer incremento después de tres años consecutivos de descensos. María José Jover, de Cáritas, atribuye esta circunstancia a la llegada de inmigrantes. Según sus palabras, «durante los años de la crisis fueron muchas las personas que regresaron a sus países de origen al perder el empleo, sobre todo sudamericanos, y lo cierto es que, salvo alguna excepciones, caso de los venezolanos, son muy pocos los inmigrantes de estas zonas que han llegado durante este tiempo a Alcoy».
Pero no sucede lo mismo con los africanos, que sí que continúan entrando a España . «Las mafias -subraya Jover- les siguen contando que aquí hay trabajo, y por eso siguen viniendo, incluso poniendo en riesgo sus vidas». Y es que en Alcoy hay ejemplos de inmigrantes que han llegado a través de Ceuta y Melilla, e incluso con pateras.
En lo que respecta al perfil de las personas beneficiarias, las que más demandan el apoyo de Cáritas son las personas solas con hijos, las personas solas y las familias alojadas en viviendas precarias. La mayor parte de los que acuden a la entidad son mujeres, en un 75%, y se mantiene la mayor presencia de personas españolas, en un porcentaje del 66%. Los menores de edad representan el 35% de los beneficiarios de la acción de la entidad.
María José Jover, por otro lado, señala que se ha detectado una cronificación de la pobreza, sobre todo en el colectivo formado por personas mayores de 55 años. «Se trata -lamenta- de gente que tiene una muy difícil empleabilidad, en la mayoría de los casos porque a la edad le suman el no tener formación, y eso lo complica todo. La conclusión es que están permanentemente en el paro y no tienen más remedio que recurrir a la ayuda que les ofrecemos de una forma continuada».
Los proyectos que desarrollan las Cáritas parroquiales son espacios donde, señalan, «se acompaña a las personas en el reconocimiento y defensa de sus derechos». En este sentido, Alcoy dispone de un economato para cubrir las necesidades básicas en materia de alimentación e higiene de las personas acompañadas. En 2018, fueron 1.220 las beneficiarias de este servicio.
Cabe destacar que en el economato se ofrece a los beneficiarios alimentos básicos y no perecederos como leche, legumbres y conservas que, como queda dicho, cubren las necesidades básicas de las familias.
Cáritas, por otro lado, también desarrolla en la ciudad dos proyectos de familia e infancia, y varias parroquias realizan acompañamiento y alfabetización de personas migrantes.
La entidad, asimismo, dispone en Alcoy de una tienda de ropa reciclada y 35 contenedores donde se pueden depositar prendas, calzado y complementos, sea cual sea su estado. Con la donación de ropa se genera trabajo para las personas con riesgo de exclusión social a través de las empresas de inserción @rropa y Koopera Mediterránea. Las prendas que están en condiciones se venden en una tienda situada en la Beniata, a la entrada de la ciudad, y en otra situada en la Alameda.
Cáritas lleva a cabo igualmente otras iniciativas, como la ayuda para adquirir medicamentos, la distribución de bombonas de butano a través de campañas de recaudación de fondos, y también formación para jóvenes madres, a las que entre otras cuestiones se les enseña a través de talleres a saber economizar en la cocina y sacarle un mayor rendimiento a los alimentos.
La entidad exige la puesta en marcha de políticas de acceso a la vivienda
Cáritas ha reclamado a las administraciones implicadas el impulso de políticas de acceso a la vivienda, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los beneficiarios de las ayudas de la entidad.
La organización, de igual forma, pide consolidar la garantía de rentas mínimas con la Renta Valenciana de Inclusión, y destaca la necesidad de fomentar un empleo digno que saque a las personas de las zonas de pobreza y vulnerabilidad.
Cáritas, asimismo, secunda la propuesta del papa Francisco, en el sentido de crear una cultura de encuentro «en la que todos tienen algo bueno que aportar y todos pueden recibir algo bueno a cambio: el otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicio». Por ello, propone «fomentar la creación de espacios de convivencia y buena vecindad que tejan redes de solidaridad».
